Para nadie es un secreto que, durante los últimos meses, Aston Martin se ha volcado a la búsqueda de nuevos inversionistas que le ayuden a salir del gran problema de liquidez en el que ha estado envuelta debido a sus bajas ventas y la incertidumbre económica, y al parecer su búsqueda ha recibido frutos recientemente.
La firma británica siempre ha navegado en el mundo automotriz como un constructor sólido, con autos modernos y mucha demanda entre los millonarios del mundo, sin embargo, su realidad actual distaba mucho de ello, pues la reciente salida del Reino Unido del Brexit generó gran inestabilidad en la economía británica y las bajas ventas tampoco ayudaron a mejorar su situación.
Sin embargo, no todo está perdido. Recientemente se dio a conocer la noticia de que Lawrence Stroll, un canadiense multimillonario dueño del equipo de Fórmula 1 Racing Point, adquirió el 16.7% de las acciones de la firma británica, por un precio que ronda los 182 millones de libras esterlinas, lo que al tipo de cambio actual equivale a unos 240 millones de dólares americanos.
No conforme con hacerse de buena parte de sus acciones, el canadiense comenzó a alentar a otros acaudalados a hacerse con algunas acciones del fabricante, logrando así formar un equipo de inversionistas que pueda solventar de buena manera la situación económica de la casa inglesa.
El resultado final fue mejor de lo esperado, pues Stroll no solo consiguió dar un respiro a la firma de Gaydon, sino también reunió suficientes fondos como para comenzar a trabajar una vez más en el taller de investigación y desarrollo, departamento que llevaba ya bastante tiempo fuera de circulación.
Además de lo anterior, la compra por parte de Stroll y compañía de las acciones de Aston Martin tiene implicaciones en todos los aspectos, ya que gracias a ello se han recibido inversiones para cubrir las pérdidas de años anteriores e incluso se pudo implementar un aumento de presupuesto que podrá visualizarse en el lanzamiento, producción y comercialización del nuevo SUV del fabricante, el DBX.
En total se prevé que la marca tenga planeada una inversión inicial que ronde los 318 millones de libras esterlinas, aunque algunas otras fuentes citan que la cifra final se ubica por encima de los 500 millones de libras.
La integración de Stroll al cuerpo de accionistas también trajo otras repercusiones, pues a partir de la siguiente temporada de Fórmula 1, el equipo Stroll cambiará de nombre para pasar a usar el del Aston Martin, aunque la producción de motores seguirá siendo responsabilidad de Mercedes-AMG quien actualmente ya fabrica el motor V8 de 4.0 litros biturbo que los británicos usan en el DB11 y el Vantage.
Mientras todos estos movimientos siguen ocurriendo, la firma británica se centrará en lanzar a tiempo al nuevo Aston Martin Valkyrie, un híper auto híbrido que podría llegar acompañado por un segundo vehículo ligeramente menos potente, el Valhalla, mismo que tendrá una aparición especial en el próximo filme de James Bond “No Time To Die”.
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