Obtener algún tipo de récord en el Nürburgring se ha vuelto sumamente importante para los departamentos de publicidad de las marcas. Es por eso que ahora encontramos todo tipo de subdivisiones, incluyendo “el sedán más rápido”, “el americano más rápido”, “el tracción delantera más rápido”, etc. Poco falta para que alguien proclame ser “la más rápido con la opción de fábrica de pintura morada”, o alguna ridiculez así. Evidentemente los SUV entran en esta subdivisión de récords, y ya hay un nuevo rey.
El año pasado fue el Alfa Romeo Stelvio QV el que rompió el récord con un tiempo de 7:51.7, lo que le permitió arrebatárselo al Porsche Cayenne Turbo que había registrado 7:59.74. Pero ninguno de esos tiempo importa más ya que el Mercedes-AMG GLC 63 S 4Matic+ se ha coronado con un tiempo de 7:49.369. La verdad es un tiempo impresionante para el tipo de vehículo que es, y sólo le tomó un intento para lograrlo.
Markus Hofbauer, ingeniero de desarrollo de AMG, estuvo tras el volante durante la vuelta que se llevó a cabo en “condiciones otoñales”, según el fabricante. Esta versión del GLC utiliza un motor V8 twin turbo de 4.0 litros con 503 caballos de fuerza y 516 lb-pie de torque, lo que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 3.8 segundos y llegar a una velocidad electrónicamente limitada de 250 km/h.
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