
Las exportaciones chinas de autopartes a México alcanzaron niveles históricos en 2023: más de 5,300 millones de dólares, según un análisis de la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos (USITC, por sus siglas en inglés). Pero más que buenas noticias, esta cifra ha despertado alertas en Washington, donde sospechan una estrategia para evadir los altos aranceles que impone a productos chinos.
Esta cifra que duplica los 2,000 millones reportados en 2013, aparece mencionada en un informe de la USITC que identifica un patrón: China intensifica el envío de bienes intermedios (particularmente componentes automotrices) a México.
Reportado por El Economista, esta tendencia sugiere que fabricantes chinos estarían utilizando plantas mexicanas para ensamblar autopartes y otros productos, lo que les permitiría exportar a Estados Unidos bajo condiciones arancelarias más favorables.
Entre las principales piezas importadas por México desde China en 2023 destacan partes y accesorios de carrocería (711.3 millones de dólares), piezas de freno (613.4 millones) y rines (562.7 millones). Estas tres categorías representan más del 36% del total de importaciones mexicanas de autopartes chinas ese año, de acuerdo con el reporte estadounidense.
Aunque Estados Unidos sigue siendo el principal proveedor de autopartes para México, China se consolidó como el segundo más importante durante la última década, ampliando la brecha frente a otros países exportadores.
El informe también señala que, en 2023, al menos tres inversiones chinas en México se enfocaron en plantas para fundir piezas de aluminio. Este tipo de instalaciones permitiría a las empresas procesar aluminio chino en México, evitando así el arancel del 25% que Estados Unidos aplica al metal proveniente directamente de China bajo la Sección 232.
No obstante, un acuerdo firmado en julio de 2024 entre México y Estados Unidos estipula que el aluminio fundido en China y posteriormente trabajado en México seguirá sujeto a dichos aranceles. A pesar de ello, fundir y moldear componentes en territorio mexicano podría reducir los costos aduanales en comparación con exportarlos directamente desde China.
La USITC concluye que esta estrategia permitiría a empresas chinas ensamblar legalmente productos en México con contenido significativo de origen chino, accediendo así a menores aranceles bajo las reglas del T-MEC. Aunque parte de esta producción se destina al mercado interno, gran parte continúa orientada a la exportación hacia América del Norte.
El estudio llama la atención porque aunque se analizaron exportaciones en 2023, para ese entonces China ya estaba sujeta a una serie de restricciones por Estados Unidos. Trump solo llegaría para estirar más la liga con sus aranceles.