Como sucede en cualquier tipo de guerra, los involucrados rara vez terminan bien y, en el caso de las guerras comerciales, cuando el fuego cruzado impacta a la industria automotriz, los daños se acumulan con rapidez.
Esto se hace más evidente en Alemania, donde el continuo movimiento arancelario está generando costos exorbitantes. Según un nuevo informe, BMW está perdiendo la asombrosa cifra de 11.3 millones de dólares al día debido a los aranceles estadounidenses y no son los únicos que lo están padeciendo.
Mercedes-Benz y Volkswagen también se ven afectados por los aranceles, a pesar de que los tres tienen plantas considerables en Estados Unidos. Dado lo que está en juego, no sorprende que se diga que los fabricantes de automóviles están en "conversaciones intensivas" con el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick.
De acuerdo con el medio alemán Handelsblatt, las conversaciones se enfocan en un "modelo de compensación de exportaciones", el cual parece centrarse en sopesar las importaciones de automóviles fabricados en Alemania frente a las exportaciones de automóviles alemanes fabricados en Estados Unidos. Esto podría resultar atractivo para Trump, dado que su prioridad son los déficits comerciales.
Por otro lado, Reuters dio a conocer que “los fabricantes de automóviles alemanes recibirían créditos por los automóviles que exporten desde Estados Unidos, que podrían deducirse de los aranceles”. La publicación añadió que los fabricantes esperan alcanzar un acuerdo el próximo mes, pero que este podría depender de grandes inversiones en Estados Unidos.
Ejecutivos de la industria automotriz presentaron la idea al presidente Trump en la Casa Blanca en abril pasado. La reunión contó con el respaldo de republicanos de alto perfil del Sur, quienes conocen la importancia de las plantas en Spartanburg, Carolina del Sur, y Tuscaloosa, Alabama.
BMW afirma que sus instalaciones de 743,224 metros cuadrados emplean a aproximadamente 11,000 personas y han producido más de 7 millones de vehículos. Sólo el año pasado, la planta fabricó casi 400,000 vehículos, de los cuales aproximadamente 225,000 se exportaron a 120 países de todo el mundo.
Por su parte, la planta de Mercedes en Tuscaloosa, abrió sus puertas en 1997 y ha fabricado aproximadamente cuatro millones de vehículos desde entonces. Actualmente produce los modelos GLE, GLS, SUV EQE y SUV EQS, y próximamente incorporará el GLC. Emplea a cerca de 6,000 personas y fabricó alrededor de 260,000 vehículos el año pasado.
Por otro lado, la planta de Volkswagen en Chattanooga, utiliza más de 353,032 metros cuadrados y fabrica los modelos Atlas, Atlas Cross Sport y el ID.4. Alberga a aproximadamente 4,500 empleados y fabricó 175,000 vehículos en 2023. La compañía también indicó que el salario promedio anual de un empleado supera los 60,000 dólares, cifra superior al promedio de ingresos familiares en la zona.
