
Conforme avanza el tiempo tras la implementación de los nuevos aranceles de importación, impuestos por Donald Trump, existe una gran incertidumbre en el sector automotriz, especialmente para las marcas con sede fuera de Estados Unidos, con poca o nula fabricación en este país, así que varios de ellos ya han comenzado a paralizar las importaciones al mercado de la Unión Americana.
De acuerdo con Automotive News, Audi detuvo las entregas de vehículos a Estados Unidos, con efecto inmediato, una decisión que responde directamente al arancel de importación del 25% impuesto por Trump. Por ahora, los concesionarios de la firma de los cuatro aros en la Unión Americana tienen inventario para cerca de dos meses. Después, será momento de tomar una decisión.
Además, los coches detenidos en los puertos de importación de Estados Unidos, el Q5 es uno de ellos, ya que se fabrica en nuestro país, y Audi no forma parte del acuerdo comercial entre Estados Unidos, Canadá y México, no llegarán a los concesionarios hasta nuevo aviso, un escenario que convierte los próximos meses en un punto de inflexión crucial para Audi.
Trump ha demostrado una y otra vez que no cumplirá su palabra, así que quizás ese sea el mejor escenario para Audi. Si Trump elimina los aranceles, o al menos los centrados en automóviles, Audi podría volver a la normalidad, pero si eso no sucede, la firma alemana tendrá que hacer un esfuerzo aún mayor para mantener su negocio en Estados Unidos.
Cabe destacar que Audi no es el único fabricante de automóviles que se enfrenta a esta situación. Jaguar Land Rover está enfrentando el mismo problema y, hasta ahora, encontró la misma solución, pues también detuvo las importaciones a Estados Unidos.
“Estados Unidos es un mercado importante para las marcas de lujo de JLR. Estamos implementando nuestras medidas a corto plazo, incluyendo una pausa en los envíos en abril, mientras desarrollamos nuestros planes a mediano y largo plazo”, declaró un portavoz de la compañía a Bloombgerg enun correo electrónico. Lotus también recurrió a la misma estrategia, mientras que Volkswagen también suspendió las importaciones y Porsche siguió el mismo camino.
Vale la pena señalar que, durante la reunión general anual de Volvo, el nuevo CEO de la compañía, Hakan Samuelsson, declaró que “la globalización está siendo desmantelada”, un comentario, derivado del incremento de los aranceles de Donald Trump a los productos de la Unión Europea, pero también de China y de otros países.
Samuelsson señaló que las operaciones de Volvo “en Europa, Estados Unidos y China obtendrán más autonomía y más libertad para trabajar y responder a las demandas locales”, y añadió que eso supone que “necesitan sus propias fábricas, cadenas de suministro y ciertamente también una mayor variedad de productos”.
“Los días de poder vender el mismo coche en todas partes, independientemente de dónde se fabrique, han terminado” manifestó el jefe de Volvo, quien también agregó que “es importante seguir la teoría de Darwin y tratar de adaptarse más rápido que la competencia”.
Imágenes: Automotive News / Audi / Lotus / JLR / Porsche