Nadie quiere un Charger eléctrico, ahora ni siquiera Dodge. La marca está haciendo todo lo posible por devolverle su icónico V8

Dodge tenía la receta del éxito y la dejó ir al dejar de fabricar vehículos con motor V8, sin embargo, ya están regresando los motores V8 al catálogo de Stellantis y si todo sale bien, dentro de poco tiempo el siguiente beneficiario será el Dodge Charger de nueva generción, sí, el muscle car eléctrico que simplemente nadie lo quiere tener.

Y es que seamos sinceros, un muscle car debe hacer ruido, pero no mediante bocinas, sino a través de los tubos de escape y debajo del cofre, porque es un sonido pasional, y no creemos que sea por tener tendencias psicópatas como asegura este estudio, sino por la emoción que a cualquier amante de los autos le provoca ese rugido de un motor V8.

Aunque aún no hay nada oficial sobre el regreso del motor V8 al Dodge Charger, hay varias pistas que así lo indican. De inicio, hace poco se hizo oficial el regreso de la RAM 1500 con motor V8 y ahora se anunció que Dodge Durango 2026 únicamente tendrá motores de 8 cilindros en su portafolio.

Sin embargo, uno de los principales problemas que enfrentaban los ingenieros es el espacio disponible para alojar estos enormes motores dentro del compartimento de motor del Dodge Charger Daytona, ya que anteriormente los propios encargados de la marca aseguraron que no cabía un V8.

Pero al parecer esto ya quedó solucionado, gracias a la ingeniería de la plataforma STLA Large, que se utiliza como base del Charger Daytona. Nuestros colegas de Motor1 mencionaron que el director ejecutivo de Dodge, Matt McAlear, dijo en una entrevista que no le sorprendería que el motor V8 quepa en ese espacio, pues aseguró que en el desarrollo de la arquitectura no se quisieron limitar a un solo sistema de propulsión.

Aunque no confirmó abiertamente el regreso del motor V8 al Dodge Charger, sus palabras lo dan a entender. Asimismo, el propio McAlear aseguró que el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos les permitió incrementar el gasto en la producción de motores de combustión interna (debido a normas de emisiones menos estrictas).

En lo que llega el anuncio oficial, solamente nos queda especular con cuál de los tres motores V8 disponibles podría volver el Dodge Charger. El primer descartado probablemente será el V8 6.2 supercargado del Hellcat, pues el sobrealimentador crece considerablemente el tamaño físico del propulsor.

Lo anterior nos deja con el V8 5.7L que ahora se utiliza en la Durango de entrada, mientras que la segunda opción, y la más lógica, es el legendario V8 HEMI 392, que gracias a su desplazamiento de 6.4L tiene 475 caballos de potencia y un enfoque en el alto performance.