A finales del año pasado, Ford tenía planeado mover la producción del Focus de la planta de Wayne, MIchigan******, a una nueva fábrica que construirían en **San Luis Potosí, de la cual incluso ya se había hecho la ceremonia de la colocación de la primera piedra. En esta nueva fábrica se ensamblarían el antes mencionado Focus y el C-Max, mientras que a Wayne se trasladaría la fabricación de la Ranger y Bronco para que siguiera funcionado a la misma capacidad y evitar despidos.
Sin embargo, con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ese plan desapareció ya que la marca del óvalo azul se vio forzada a cancelar la fábrica de San Luis debido a las políticas nacionalistas de Trump. De igual manera el traslado de la Ranger y Bronco a la planta de Michigan sigue en pie, por lo que Ford tuvo que encontrar otro lugar donde fabricar la siguiente generación del Focus para el territorio norteamericano, y ese lugar es la planta de Changan, China.
El transportar los nuevos modelos desde China en lugar de México no fue una noticia bien recibida por el mercado internacional ya que las acciones de Ford cayeron un 0.8% tan pronto se hizo el anuncio. Sin embargo, con este movimiento la marca espera ahorrarse 500 millones de dólares extra sobre los otros 500 millones de ahorro que significó cancelar la planta de San Luis. Se espera que la producción del nuevo Focus comience en 2019 y es probable que los modelos deportivos como el ST y el RS (si es que hay uno en la siguiente generación) sean importados desde Europa.
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