Volkswagen Tiguan 2.0 TSI, a prueba: el "GTI de los SUV" ya ha dejado atrás la pubertad
En julio, durante su evento de lanzamiento, le pusimos las manos encima al Volkswagen Tiguan. En aquella ocasión sólo pudimos probar una versión con motor 1.4 TSI, pero nos quedamos con las ganas de conducir el tope de gama, el Tiguan Highline, para el cual Volkswagen tiene reservada una configuración mecánica más distinta: motor más grande y tracción integral.
Ahora que es fabricada en México y puesta a punto especialmente para América, la nueva generación del Volkswagen Tiguan tiene toda la intención de convertirse en un superventas. Deja atrás su apodo de "el GTI de los SUV" para convertirse en un modelo más maduro y sensato, pensado para las familias. La marca nos cuenta que quiere verlo dentro de los cinco más vendidos de su categoría. La intención existe, la pregunta es: ¿hay argumentos para hacerlo? Lo probamos un par de semanas para averiguarlo.
No, no es el nuevo Touareg
En apariencia, el Tiguan Highline es el más atractivo de la gama. Es el único modelo que lleva faros de LED y rines de 19 pulgadas, además de una dosis extra de cromo que incluye detalles en la toma de aire inferior y dentro de los faros. La iluminación de las calaveras también es de LED y con una "animación" específica para esta versión cuando se pisa el freno.
Sus trazos, como buen Volkswagen, son muy horizontales, de rasgos cuadrados y líneas angulosas. Si a simple vista lo ves grande es porque en realidad lo es. Durante los días que estuvo en nuestro garaje no fueron pocos los que nos preguntaron si se trataba de la nueva generación del Touareg —y no, ésa se presenta hasta noviembre.
La versión Highline no lleva tres filas de asientos. Sólo están disponibles para el Comfortline (de manera opcional).
El nuevo Tiguan deja de ser uno de los SUV más pequeños del segmento para convertirse, de hecho, en uno de los más grandes. Exclusivamente para América ha crecido casi 30 cm respecto a su generación pasada, para albergar una cajuela más amplia y dar cabida a una tercera fila de asientos... aunque nuestra versión de prueba no contaba con ella. Según parece, sólo la versión Comfortline se puede pedir con tres filas de asientos —y de manera opcional.
El espacio interior es una de sus fortalezas
El habitáculo es enorme. Es, quizá, el SUV más amplio del segmento. Para cinco pasajeros el espacio basta y sobra en todas las dimensiones. Los asientos traseros, además, son corredizos, por lo que se puede incrementar el volumen de carga en caso de ser necesario. Con los asientos en su posición original hay lugar para 760 litros de equipaje.
En los respaldos delanteros hay mesitas para la segunda fila, similares a las de los aviones.
Los materiales que encontramos a lo largo del habitáculo nos parecen adecuados. En el tablero predomina un plástico de tacto suave y hay insertos brillantes en las puertas, que además llevan una tira de luz que se ilumina por las noches. La zona baja de la consola central está recubierta por un plástico duro, relativamente común en su segmento, pero por lo que cuesta el Tiguan sí que esperaríamos al menos una superficie acolchonada para recargar las rodillas.
El nivel de equipamiento es muy alto. Hay clima de triple zona, techo panorámico, tres puertos USB —uno de ellos para la segunda fila—, freno de estacionamiento eléctrico, asientos forrados en piel, apertura manos libres para la cajuela, sensores de proximidad, cámara de reversa, monitore de punto ciego con alerta de tráfico cruzado trasero y un sistema de infotenimiento completísimo, que incluso cuenta con su propio sensor de proximidad —muestra los botones al acercar la mano. Es compatible con Android Auto y CarPlay.
Pese a lo completo, creemos que también podría (debería) incluir sistema de navegación, asiento del copiloto con ajuste eléctrico —sólo el del copiloto lo tiene—, cámara de visión de 360º y, por supuesto, la tercera fila de asientos.
No es significativamente más ágil que el Tiguan 1.4 TSI, pero se maneja mejor
En lugar del motor 1.4 TSI de 150 hp, el Tiguan Highline lleva un 2.0 TSI de 180 hp y 236 lb-pie de par. Es más potente y ofrece más torque, pero en la práctica no parece llevarlo significativamente más rápido. Si acaso, en el 2.0 TSI hay algo menos de retraso en la entrada del turbo. En el 0 a 100 km/h —según cifras oficiales de la versión europea— es menos de segundo y medio más rápido, pero en el día a día se mueve de manera muy parecida.
En ciudad conseguimos un rendimiento de 9.1 km/l. Con tránsito fluido lo pudimos bajar a 12.8 km/l.
La razón es sencilla: es más potente, pero también es más pesado debido al sistema de tracción integral 4Motion... y justo por eso es que cambia parte de sus modales al volante. El peso de la tracción integral baja el centro de gravedad y la distribución de la fuerza en las cuatro ruedas mejoran su paso por curva; el comportamiento es más neutral y, en general, se siente muy estable.
La suspensión es blanda, aunque conserva el sabor europeo en su operar. Nosotros quizá hubiéramos arriesgado con una pisada ligeramente más firme que correspondiera su ímpetu deportivo, pero parece que el Tiguan ha renunciado a ser el GTI de los SUV para convertirse en un vehículo más de corte familiar, aunque ojo, dista de ser un SUV lento: sigue siendo uno de los más rápidos.
El Volkswagen Tiguan 2.0 TSI sólo tiene un problema: el precio
Es amplio, seguro, bien equipado y se mueve de maravilla. El Volkswagen Tiguan es un producto sumamente recomendable, pero con un pecado importante: el precio. Cuesta 589,990 pesos, cuando por 100,000 pesos menos podemos encontrar modelos igual de interesantes, como un Honda CR-V. O incluso dentro del mismo rango cercano a los 600,000 pesos encontramos al Peugeot 3008, con más equipo, más tecnología y la opción a un motor a diésel —aunque también hay una opción a gasolina.
La versión más recomendable, a nuestro parecer, es el Comfortline. Seguro ahí recaerá el fuerte de ventas del Tiguan: es el más equilibrado de la gama y se puede pedir con una tercera fila de asientos. El Highline es para quien quiere un mayor grado de sofisticación... y, además, puede permitírselo.
8.9
A favor
- Es, quizá, el SUV más amplio del segmento.
- El equipamiento es muy completo.
- Es cómodo, pero también ágil y estable.
En contra
- El precio es elevado.
- No hay opción a tercera fila de asientos.
Ficha técnica del Volkswagen Tiguan 2.0 TSI
Versión probada | Highline 2.0 TSI | ||
---|---|---|---|
Motor | 4 cilindros turbo | Suspensión delantera | Independiente tipo McPherson |
Cilindrada | 1,984 cm³ | Suspensión trasera | Independiente Multilink |
Potencia máxima (hp @ rpm) | 180 hp @ 3,940 rpm | Longitud | 4,701 mm |
Par máximo (lb-pie @ rpm) | 236 lb-pie @ 1,500 rpm | Cajuela | 760 litros |
Transmisión | DSG de 7 vels. | Consumo en ciudad | 9.1 km/l |
Tracción | Integral | Consumo en carretera' | 18.8 km/l |
Peso | 1,784 kg | Consumo combinado' | 14.3 km/l |
Frenos | Disco / Disco | Capacidad del tanque | 58 litros |
Velocidad máxima' | N.D. | Emisiones de CO2' | 164 g/km |
Aceleración 0 - 100 km/h' | N.D. | Precio | $589,990 |
' Cifras oficiales del fabricante