Cuando Volkswagen lanzó el T-Roc hace 8 años, muchos creían (o creíamos) que podría eclipsar en ventas al mismísimo Golf, tal y como ha sucedido en México con Taos y Jetta. Hoy, con dos millones de unidades vendidas, el Volkswagen T-Roc es claramente uno de los grandes éxitos de la firma alemana. Su segunda generación no piensa bajar la guardia y demuestra que Volkswagen está escuchando a un mercado que pide alternativas más allá de lo eléctrico. El T-Roc es el primer híbrido de la marca en más de una década.

Volkswagen no había lanzado un full-hybrid (como los de Toyota) desde 2013, cuando vendió un Jetta Hybrid sin gran éxito. La marca apostó por mild-hybrids, híbridos enchufables y eléctricos, pero no había confiado en los híbridos convencionales hasta ahora. El T-Roc es su primera apuesta sólida por esta tecnología que Toyota y muchas otras marcas han vendido desde hace dos décadas.
Así, de todas las configuraciones disponibles para el nuevo Volkswagen T-Roc, el protagonista es el híbrido, que combina un motor turbo de 1.5 litros con un propulsor eléctrico. Según la versión seleccionada, el sistema puede generar 136 o 170 hp. La marca todavía no habla de rendimiento de combustible.

El resto de la gama está compuesta por motorizaciones libres de electrificación o con tecnología mild-hybrid. El punto de partida es un motor de 1.5 litros con un generador de 48 V para un total de 116 hp, seguido de ese mismo motor llevado a 150 hp. En ambos casos utiliza una transmisión automática DSG de siete velocidades. Las versiones más potentes llevarán un motor 2.0 TSI (con o sin asistencia eléctrica) y opción a tracción integral, pero sus cifras no han sido publicadas todavía.
Al igual que los modelos más recientes de Volkswagen, el T-Roc 2026 ya emplea la plataforma MQB Evo, compartida con el nuevo Tiguan, con el propio Golf y un largo etcétera de modelos dentro de las distintas marcas de Grupo Volkswagen.
El SUV más extrovertido de Volkswagen
El T-Roc es uno de los SUV con más personalidad dentro del portafolio de Volkswagen a nivel global, al grado de ofrecer hasta una variante descapotable. No se sabe si el convertible llegará a esta segunda generación, lo que sí podemos notar es que conserva su estilo extrovertido mediante rasgos afilados, carrocería bitono, colores llamativos, rines de hasta 20" y una peculiar iluminación de LED, con ambos logos iluminados y animación al momento de abrir las puertas.

La actualización de la plataforma le permitió a Volkswagen incrementar la talla y, por lo tanto, el espacio interior. Así, el T-Roc gana valiosos centímetros entre ejes para mejorar el lugar en los asientos de atrás. De defensa a defensa ahora mide 4.37 metros, lo que supone alrededor de 12 cm más que el modelo anterior.
Las novedades en la plataforma también abren la puerta a más tecnología. El interior cambia por completo e imita el estilo del Tiguan, con una drástica reducción de botones y la posibilidad de incluir pantalla de 10.4" a 12.9", un clúster digital de 10" y un nuevo head-up display. También integra una actualización del sistema Travel Assist, una asistencia de conducción semiautónoma que ahora no sólo regula dirección, acelerador y freno, sino que es capaz de cambiar de carril de forma autónoma y regular automáticamente la velocidad máxima según las señalizaciones de límite de velocidad.

No viene a México, pero sí nos adelanta el futuro de los SUV que veremos en nuestro país
El Volkswagen T-Roc se mantendrá como un modelo exclusivo para Europa, ubicado por encima de la gama del Taigo (nuestro Nivus) y debajo de Tiguan. No lo veremos en México, pero sus características sí nos anticipan lo que podemos esperar de las siguientes generaciones de Nivus y T-Cross, no sólo en términos de diseño, sino también del sistema híbrido, que al día de hoy es el grado de electrificación preferido en nuestra región: sin enchufes, pero con un alto grado de eficiencia.
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