
Mientras que otros fabricantes de automóviles se apresuran hacia la electrificación total, Toyota sigue manteniéndose firme, ampliando con mucha cautela su gama de vehículos eléctricos y redoblando la apuesta por los modelos híbridos.
A pesar de los recientes movimientos en China con la serie bZ más amplia, Toyota ha recibido muchas críticas por su despliegue relativamente lento de vehículos eléctricos. Pero desde la óptica de Akio Toyoda, presidente de la firma japonesa, "Cuando el término neutralidad de carbono se hizo popular, dijimos como empresa que el enemigo es el carbono. Tenemos que centrarnos en lo que podemos hacer de inmediato para reducir el dióxido de carbono. Esa es la base de nuestra decisión. No ha cambiado y no cambiará", señaló el directivo en una entrevista para Automotive News.
Akio Toyoda también señaló la historia de Toyota con los vehículos híbridos. "Hemos vendido unos 27 millones de híbridos. Esos híbridos han tenido el mismo impacto que 9 millones de autos eléctricos de batería en la carretera. Pero si hubiéramos fabricado 9 millones de autos eléctricos de batería en Japón, en realidad habríamos aumentado las emisiones de carbono, no las habríamos reducido. Esto se debe a que Japón depende de las centrales térmicas para obtener electricidad".
Si bien el presidente de Toyota no desglosó las matemáticas detrás de esas cifras, claramente quería mostrar que los vehículos eléctricos no son la gran solución que plantean. Desde luego que los vehículos eléctricos de batería ofrecen cero emisiones de escape, pero eso es sólo una parte de la ecuación.
El impacto ambiental de producir vehículos eléctricos y generar la electricidad para cargarlos cuenta una historia más complicada. Si a esto le añadimos el irregular estado de la infraestructura de carga en muchas regiones, resulta más fácil entender por qué los híbridos siguen teniendo sentido, al menos hasta este momento.
Vale la pena recordar que las raíces de Toyota en el desarrollo de híbridos se remontan a la primera generación del Prius, que debutó en 1997. Desde entonces, los híbridos han crecido hasta convertirse en una parte importante de las ventas globales de la empresa.
Hoy en día, las variantes híbridas se ofrecen en casi todas las líneas de modelos de Toyota. La demanda es particularmente fuerte en mercados como Europa y América del Norte, donde los híbridos convencionales a menudo se ven como un paso práctico y de menor compromiso hacia la electrificación.