El uso de la gasolina con plomo llegó a su fin en todo el mundo el 30 de agosto de 2021, luego de que este combustible altamente contaminante se dejara de ofrecer en las estaciones de servicio de Argelia, el último país en comercializarla, tras agotarse sus reservas.
De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, desde 1922, agregar tetraetilo de plomo a la gasolina, con el fin de mejorar el rendimiento de los motores de combustión interna, se convirtió en una catástrofe para el medio ambiente y la salud pública, pues este metal contaminó el aire, el polvo, el suelo, el agua potable y los cultivos alimentarios durante la mayor parte de un siglo.
En la década de 1970, casi toda la gasolina producida en el mundo contenía plomo, sin embargo, en la década de 1980, la mayoría de los países de ingresos altos habían prohibido su uso. En contra parte, en 2002, casi todos los países de ingresos bajos y medianos, todavía utilizaban gasolina con plomo.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente señala que la gasolina con plomo causa enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y cáncer. También afecta el desarrollo del cerebro humano, especialmente de los niños. Estudios sugieren que la exposición a este contaminante puede reducir el coeficiente intelectual (CI) entre 5 y 10 puntos.
Al respecto, un equipo de investigadores de la Asociación para la Salud Mental del Niño y el Adolescente, realizó un estudio en el que concluyó que, alrededor de la mitad de los estadounidenses vivos en 2015, probablemente estuvieron expuestos a niveles dañinos de plomo durante su infancia, con resultados alarmantes como 151 millones de casos de trastornos psiquiátricos derivados en ansiedad y depresión, así como la reducción colectiva del coeficiente intelectual.
El estudio combinó análisis de niveles de plomo en la sangre en las personas, con datos históricos de los años en que estuvo disponible la gasolina con plomo.“Las diferencias de personalidad y salud mental asociadas al plomo fueron más pronunciadas en las cohortes nacidas entre 1966 y 1986 (Generación X)”.
La conclusión más dramática de la investigación es que la gasolina con plomopudo ser responsablede la disminución colectiva del coeficiente intelectual (IQ) de los estadounidenses en 824 millones de puntos. El plomo también ha sido vinculado previamente con las tendencias de criminalidad en Estados Unidos. A medida que se eliminó el plomo de la gasolina y las líneas de exposición descendieron, el índice de criminalidad general del país también disminuyó.
Nuestro país también mantuvo un vinculo estrecho con la gasolina con plomo, antes de migrar a opciones libres de este metal pesado. Las gasolinas Nova y Extra, disponibles en los años setenta, contenían el letal tetraetilo de plomo, para incrementar el octanaje del combustible y evitar que detonara antes de tiempo en el interior de las cámaras de combustión de los motores.
No fue hasta los años 90, cuando la publicación de estudios, que detectaron niveles de plomo en la lluvia de la Ciudad de México, que Pemex introdujo la gasolina Magna sin plomo. Pero el combustible Nova todavía se vendió hasya 1997.
Con los daños ambientales y a la salud, el plomo se eliminó finalmente de los combustibles en México, así como se hizo en Estados Unidos y todos los países que lo utilizaron, pero, a diferencia del estudio publicado en la Unión Americana, todavía no tenemos datos sobre cómo impactó en la salud mental de los mexicanos, aunque creemos que no estaríamos alejados de los dados a conocer en nuestro vecino país del norte.
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