Probablemente el Volkswagen Vocho es el automóvil más emblemático en México, pues miles de familias mexicanas, por no decir millones, tuvieron al menos uno de estos vehículos, convirtiéndolo en un ícono cultural y en un sinónimo de movilidad.
Este fenómeno no planeado desembocó en algo que muy pocas personas anticiparon: el Vocho se convirtió en un tesoro y actualmente es un automóvil sumamente cotizado, que sin importar el año o el estado mecánico/físico vale una buena cantidad de dinero.
Tan sólo basta con echarse un clavado en cualquier página de autos usados, para comprobar que cualquier Vocho cuesta varios miles de pesos, e incluso hay ejemplares con un precio superior al del automóvil nuevo más barato de Volkswagen en México.
El Vocho más barato que encontramos es año 1982 y a pesar de que no está bien conservado (las reparaciones y el óxido se observan a simple vista) tiene un precio de $49,000 pesos. Hay un buen número de ejemplares dentro de todo el rango de 100 mil pesos, algunos bien cuidados y otros con kilometraje elevado, muy por encima 100,000 km.
Pero ahí no llega el limite, porque hay otros ejemplares que cuestan más de 200 mil pesos; hay que reconocer que la mayoría se encuentran en muy buenas condiciones, pero algunos están modificados, y aunque en ciertos casos podría ser garantía de que el auto ha sido cuidado, la personalización tiende a restarle valor a un automóvil
Ya ni hablar de los ejemplares restaurados, que superan los 300 mil pesos, mientras que los pocos Última Edición ya superan el medio millón de pesos e incluso hay un ejemplar que está prácticamente nuevo, pero el precio es de $780 mil pesos. Para que dimensionen cuánto han subido de precio, solamente se vendieron 2,999 unidades de esta edición del Vocho y en su momento costó $84,000 pesos.
¿Por qué el Vocho subió tanto de precio?
Como se mencionó más arriba, el Volkswagen Sedán es muy apreciado por millones de mexicanos, y para muchos es un automóvil con demasiado valor sentimental (no importan los motivos). La nostalgia también juega a favor de la revalorización del auto, pues hay más personas buscando un ejemplar para coleccionarlo y a la vez hay menos unidades disponibles (simple oferta y demanda).
Sabemos que se vendieron más de 1 millón de Vochos en México, pero resulta imposible saber cuántos de estos ejemplares se mantienen en circulación, o al menos en un buen estado mecánico, pero es normal que el implacable paso del tiempo haya acabado con la vida útil de miles de unidades y si a eso le sumamos que pocos propietarios se quieren deshacer de su Vocho, la oferta se vuelve más escasa.
¿Ustedes estarían dispuestos a pagar estas cantidades de dinero por un Vocho, considerando que la mayoría de los ejemplares a la venta requieren de arreglos en el motor, interiores y carrocería?
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