Cinco barcos con un total de 900 unidades de Mercedes-Benz con destino a Australia serán devueltos a costas europeas luego de que el Ministerio de Agricultura australiano detectara oportunamente que el cargamento llevaba polizontes: una plaga de caracoles.
La especie en cuestión es conocida como Xerolenta obvia, común en algunas regiones de Europa y Norteamérica. Se ha hecho fama por su capacidad de infestar y devorar cultivos, por lo que las autoridades australianas decidieron poner el cargamento en cuarentena antes de ser devuelto a su puerto de origen.
No se ha detallado con precisión qué modelos se encontraban en el barco, que procedía de Brujas, Bélgica, aunque se sabe que entre las unidades había Clase A, Clase B, sedanes de lujo e incluso algunos AMG. Las entregas a clientes australianos se retrasarán con el fin de asegurar la calidad de los vehículos.
Mercedes-Benz está trabajando con el gobierno de Australia para resolver lo antes posible este problema de contaminación, y a su vez investigará las causas. En todo caso, la operación le costará a Mercedes-Benz alrededor de 50 millones de dólares.
No es la primera vez que la naturaleza le juega una broma pesada a algún fabricante de autos. En 2015, una tormenta estropeo casi 3,000 coches de BMW y MINI; en 2014, unas arañas decidieron hacer su nido en la instalación eléctrica de 42,000 unidades de Mazda 6.
Fotografía | Olja Simović | MOs810
