Toyota volvió a centrar su atención en el hidrógeno, pero esta vez, en lugar del Mirai, aplicó está tecnología en algo mucho más robusto. En el marco del SEMA Show de Las Vegas de este año, la firma japonesa presentó un nuevo concepto de vehículo eléctrico de pila de combustible, basado en una versión todoterreno de su pick-up Tacoma.
Este proyecto se concretó en tan sólo unos meses, gracias a los esfuerzos combinados de los equipos de Toyota Racing Development (TRD) en California y Carolina del Norte, quienes trabajaron en estrecha colaboración con la división de I+D de Toyota Motor North America.
La parte más desafiante y exigente de la construcción fue adaptar el sistema de pila de combustible de hidrógeno del Mirai, su vehículo de hidrógeno, a la plataforma TNGA-F de chasis de escalera de la Tacoma, una tarea que requirió una importante reingeniería.
La potencia proviene de dos motores eléctricos, que producen un total de 547 hp, respaldados por una batería de iones de litio de 24.9 kWh de capacidad y la pila de combustible derivada del Mirai. Tres tanques de hidrógeno están ubicados dentro de los largueros del chasis, mientras que un sistema de refrigeración hecho a medida toma prestados componentes tanto de la Tacoma TRD Pro de gasolina, como del Lexus RZ totalmente eléctrico.
En términos prácticos, toda esta tecnología limpia significa que la Tacoma funciona sin emitir un gramo de CO2, liberando únicamente agua por su escape. Esa agua, fiel al espíritu de la vida fuera de la red, incluso se puede reutilizar para lavar o bañarse, aunque Toyota enfatiza que no es para beber, gracias a un sistema de recuperación de agua de escape pendiente de patente.
La configuración también puede proporcionar suficiente energía para mantener una casa fuera de la red o recargar dos vehículos eléctricos a la vez, lo que subraya el enfoque de Toyota en la funcionalidad del mundo real.
A pesar de la compleja conversión a hidrógeno, la Tacoma en cuestión, bautizada como H2 Overlander, no perdió sus ventajas todoterreno. Cuenta con un diferencial de deslizamiento limitado en la parte delantera y un diferencial de bloqueo electrónico en la parte trasera.
El chasis incorpora un kit de suspensión TRD de largo recorrido, con amortiguadores Fox 2.5 Performance Elite Series, frenos delanteros procedentes de la Tundra y rines personalizados de 17 pulgadas, con neumáticos de 35 pulgadas, para enfrentar terrenos difíciles.
Las modificaciones exteriores incluyen una nueva placa protectora, defensa trasera todoterreno, cabrestante, luces LED adicionales y una carrocería terminada en blanco. La funcionalidad se extiende a la parte trasera de la camioneta, donde una tienda de campaña desplegable en el techo y una capota trasera que se abre por los tres lados la convierten en un vehículo todoterreno autónomo.
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