Hace un par de semanas todo era miel sobre hojuelas para el SSC Tuatara, cuyo fabricante liberó en redes sociales el video oficial donde mostraban al mundo orgullosamente que eran los nuevos poseedores del récord mundial de velocidad para un auto de producción, al marcar un promedio de poco más de 508 km/h por hora en sus recorridos.
Sin embargo, la polémica no se ha hecho esperar en redes sociales, y es que apenas un par de días después de haberse hecho público el post en redes sociales, varios usuarios comentaron que el video no muestra el velocímetro real del vehículo para poder verificar la velocidad del recorrido y el video de cabina parece sospechosamente lento para rodar a más de 500 km/h.
La polémica ahora se incrementa después de que la delegación norteamericana del Récord Guinness publicó que no podría validar el récord de velocidad del SSC Tuatara debido a que no contaban con un representante oficial en el lugar de la prueba, más allá de tener un par de observadores independientes tal como lo exigen los estatutos del libro de récords.
Por si esto fuera poco, Dewerton, la empresa encargada de fabricar el artefacto GPS con el que se monitoreó la velocidad del SSC Tuatara durante la prueba también desconoció el récord y añadió que no pueden revisar los datos de la prueba debido a que desconocen la manera en la que se calibró el artefacto al momento de la prueba, lo que básicamente descalifica todo el material utilizado para verificar la validez del récord del SSC Tuatara.
Ante estas acusaciones, Jerod Shelby, fundador y máximo responsable de la compañía lanzó un video en el cual menciona que hubo errores en la edición del material lanzado hace unas semanas y debido a ello se olvidarán completamente de dicha prueba y realizarán el intento una vez más, esta vez usando otros aparatos de medición y obligando a los fabricantes y a la empresa de récords a contar con personal en el lugar de la prueba.
En entrevista con Motor Authority, el CEO de la empres declaró que: “Lo haremos de nuevo, con todos los topes en su lugar, por lo que las velocidades en la siguiente ejecución serán totalmente irrefutables. […] [tendremos] en el vehículo equipos de múltiples compañías GPS y a su personal en el lugar, mirando por encima del hombro y analizando cada pasada con total detenimiento”.
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