
Las pantallas se apoderan de los autos modernos, tanto en tamaño como en funciones. Pero hay una luz de esperanza para quienes extrañan los botones físicos para ajustar el aire acondicionado, controlar la música y otras configuraciones dentro de los coches.
La eliminación de botones físicos ha generado críticas de conductores y expertos en seguridad. Organismos como Euro NCAP han advertido que los vehículos sin controles físicos pueden perder calificación en sus pruebas de seguridad. Es una paradoja: se pide a los conductores que no se distraigan con su teléfono al conducir, pero al mismo se integran pantallas que superan los 10, 14 o hasta 17 pulgadas en el centro del tablero.
En respuesta, fabricantes como Volkswagen y Hyundai están dando marcha atrás y prometen el regreso de los botones físicos en sus próximos modelos. Andreas Mindt, jefe de diseño de la marca, aseguró en entrevista con Autocar que eliminar los botones físicos fue un error que no repetirán.
“Nunca más cometeremos este error. En el volante habrá botones físicos. Sin adivinanzas, hay retroalimentación real y a la gente le encanta”, afirmó. VW mantendrá las pantallas táctiles, pero va a traer de vuelta botones para funciones esenciales como volumen, climatización y luces de emergencia.
“Honestamente: es un coche, no un teléfono”, dijo. Como Dios manda.
Por su parte, Hyundai también reconoce la importancia del equilibrio entre lo digital y lo analógico. Luc Donckerwolke, director creativo del grupo, explicó a The Drive que el exceso de pantallas en los autos ha sido impulsado por la popularidad de los teléfonos inteligentes, pero los conductores aún valoran la interacción física con su vehículo.
“Las personas ya tienen teléfonos, y ahí tienen todo lo que necesitan”, comentó Donckerwolke. Hyundai proyecta que en una o dos generaciones de modelos los autos reducirán el tamaño de sus pantallas y recuperarán más botones físicos.
Diversos estudios han demostrado que depender de pantallas táctiles para controlar funciones básicas aumenta la distracción al volante. A diferencia de un botón físico, una pantalla requiere que el conductor desvíe la vista para interactuar con ella. Volkswagen y Hyundai parecen finalmente reconocer este riesgo y buscar soluciones que permitan una conducción más segura y natural.
El cambio no será inmediato, pero es una buena noticia para los amantes de la conducción: los autos recuperan su identidad como vehículos, y dejan (un poco) de ser teléfonos sobre ruedas.