Las marcas de autos eléctricos en China llegaron a ser más de 500 en 2019, y como si fuera un videojuego battle-royale, se han ido eliminando. Aún quedan más de 100, pero su manera de competir con precios cada vez más bajos podría romper su propio mercado. Tanto, que ahora el gobierno intervino para pedir que detengan esta carrera hacia el abismo o enfrentar un futuro insostenible.
En los últimos dos años, el precio promedio de un auto nuevo en China cayó un 19%, hasta rondar los 165 mil yuanes (unos 438,000 pesos). La situación ha llegado a tal punto que la Asociación China de Fabricantes de Automóviles advirtió sobre guerras de precios desordenadas que provocan competencia feroz y presionan los márgenes de ganancia, además de poner en riesgo la seguridad de los consumidores.
Sin nombrarla, la organización señaló directamente a BYD, líder del sector, como responsable de detonar la más reciente oleada de descuentos, según reportan desde CNBC. A fines de mayo, la empresa anunció descuentos de más de 30% en uno de sus modelos Seal.
Cuando evolucionas el mercado tanto que lo “involucionas”
La preocupación escaló tanto que el gobierno convocó a ejecutivos de las principales marcas a Beijing para pedirles que “se autorregulen”. El primer ministro Li Qiang utilizó el término neijuan o “involución” en su informe anual, una palabra que en China describe una competencia tan intensa que termina siendo contraproducente para todos los actores del mercado.
Aunque el gobierno ha prometido regular este tipo de competencia no productiva, expertos como Zhong Shi, de la Asociación China de Concesionarios, creen que poco se puede hacer para frenar estas dinámicas. La situación ahora también preocupa a otros países, que observan de cerca el impacto potencial en sus propias industrias automotrices.
Un detalle llama la atención: el reporte señala a México como el principal destino de las exportaciones de autos de China, a donde venden sus autos en un promedio de 13,000 dólares (unos 248,000 pesos). Pero ese no es el precio real que vemos en los escaparates de ninguna de las marcas chinas en nuestro país, con modelos MG a partir de $300,000, lo que puede dar pistas de su margen de ganancias.
La estrategia de precios bajos ha funcionado para posicionar a los autos eléctricos como una opción atractiva, pero también ha generado efectos no deseados. Por ejemplo, se han detectado vehículos supuestamente de segunda mano con cero kilómetros en plataformas digitales, una señal de que la sobreoferta ya rebasó al mercado.
Por ahora, la pregunta no es si bajarán más los precios, sino cuánto aguantará el mercado antes de que algo se rompa.
