El Grupo Volkswagen se enfrenta a una nueva demanda por el incendio de la embarcación Felicity Ace, cerca de las Azores, en el que se hundieron con la embarcación cerca de 4,000 vehículos, de los cuales 1,100 eran Porsche, casi 200 Bentley y varios Lamborghini.
De acuerdo con los demandantes, la naviera japonesa Mitsui OSK dueña del barco y varias compañías de seguros, como Allianz, las responsables de todo serían las baterías de iones de litio de los Porsche Taycan que transportaba. Pero la verdadera cuestión que se trata de elucidar es lo peligroso que puede resultar el transporte de coches eléctricos.

Este barco, que se hundió a 3,000 metros de profundidad cerca de las Azores, llevaba 3,965 coches a bordo y podría tener un impacto sobre cómo se transportan a partir de ahora los coches eléctricos e híbridos enchufables.
De acuerdo con Bloomberg, los demandantes consideran que el incendio fue provocado por la batería de iones de litio de un Porsche Taycan. Según el relato de los testigos, en la mañana del 16 de febrero, “cuatro Porsche Taycan estaban en llamas en la cubierta 1 del barco en ese momento”. Naviera y seguros alegan que Volkswagen no les informó del peligro ni de las precauciones necesarias para transportar este tipo de vehículos, según el tribunal civil del Landgericht Braunschweig en Alemania.

El Grupo Volkswagen no está siendo acusado tanto por el incendio en sí, sino por no haber informado adecuadamente a la naviera sobre los riesgos específicos asociados a las baterías de iones de litio instaladas en los Porsche Taycan, sin embargo, la defensa del Grupo Volkswagen señala que la compañía naviera contaba con toda la información necesaria y añadieron que el hundimiento podría haberse evitado si los sistemas de seguridad del barco, como el de extinción por espuma de a bordo se hubiera activado correctamente.
El juicio girará en torno a la causa del incendio, a si se pudo haber extinguido a tiempo, a si Volkswagen tenía mayor conocimiento técnico sobre los riesgos que plantean las baterías de iones de litio y a si debería haber compartido este conocimiento con la naviera. El problema es que todo se determinará vía testimonios, pues las pruebas, es decir, el barco y los coches, yacen en el fondo del Atlántico y no es posible recuperarlos.

En todo caso, este juicio tiene todos los ingredientes para convertirse en un precedente para futuros litigios relacionados con el transporte de coches eléctricos, no solo en Alemania, porque el incidente del Felicity Ace no es un caso aislado. La Asociación Alemana de Seguros estima que, incluyendo el Felicity Ace y otros incidentes similares, más de 10.000 vehículos nuevos han sido destruidos durante el transporte desde 2022, con daños que superan los mil millones de euros.
El resultado de este juicio será clave para determinar la responsabilidad compartida, o no, de los fabricantes de vehículos eléctricos en los incendios que se produzcan a bordo de buques y si las navieras consideran que deben implementar nuevas medidas de seguridad (sistemas de extinción, zonas aisladas del resto, etc.) ya que podrían asumir el riesgo y el costo del transporte de los eléctricos se incrementará, algo que las marcas trasladarán al cliente final.
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