Desde hace unos años, las marcas de autos provenientes de China han acelerado su expansión internacional no sólo irrumpiendo en nuevos mercados con una agresiva estrategia de precios, sino construyendo (o comprando) fábricas en distintos rincones del mundo. El anuncio de una planta en México o en el país elegido puede parecer una buena noticia, pero tiene una letra pequeña: podría no aportar un beneficio económico claro.
Fábricas con proveedores y empleados chinos, pero fuera de China
¿Qué está pasando? Stéphane Séjourné, Vicepresidente de Prosperidad y Estrategia Industrial de la Comisión Europea, se sinceró ante una entrevista con La Stampa, donde aseguró que ya hay marcas chinas fabricando autos en Europa, pero lo hacen con componentes y personal chino. "Esto no está bien", mencionó.
Normalmente, cuando un fabricante decide instalarse en un país, no sólo se generan nuevos empleos a través de las contrataciones directas en la fábrica, sino también de un buen puñado de trabajos indirectos de su cadena de proveedores. El problema desde este punto de vista es que China no está contratando proveedores locales porque sus autos llegan prefabricados, como un mueble que únicamente llega a armarse. Dicho de otro modo, no está fabricando, está ensamblando.
Los casos concretos a los que se refiere Séjourné están en España y en Hungría. CATL instaló una fábrica de baterías para autos eléctricos de Stellantis en Zaragoza y para ello trasladó hasta ahí a 2,000 trabajadores chinos encargados tanto de la obra, como de la operación. También se habla del caso de Chery en Barcelona que, aunque sí emplea a españoles, no permite el desarrollo económico de proveedores locales porque el auto llega a la fábrica prácticamente terminado desde China.
¿Y en México?
En México ya existe una marca china operando de este modo: JAC. Sus autos sí son ensamblados por mexicanos, lo que supone una buena cantidad de empleos en Hidalgo, pero al tratarse de un proceso de ensamblaje y no de producción, su impacto económico es menor que la de otras marcas que sí fabrican sus autos desde cero, con un buen porcentaje de proveedores locales, como Nissan o Volkswagen.
En los últimos años, diferentes marcas de origen chino han pronunciado su interés de instalar una fábrica en nuestro país. BYD, Great Wall, MG y Chirey, por mencionar a algunas. Supone una buena noticia si sus trabajadores son mexicanos y los proveedores son locales (es decir, que produzcan y no simple ensamblen), pero la estrategia que están siguiendo en Europa enciende una alerta de lo que podría terminar sucediendo en México.
Ver 0 comentarios