El Jeep Wrangler pasó por las manos del Insurance Institute for Highway Safety (IIHS), un instituto que realiza evaluaciones de seguridad a los vehículos vendidos en Estados Unidos. En su prueba de choque frontal del lado del conductor contra objetos pequeños, el todoterreno de Jeep terminó volcando.
La prueba fue realizada tres veces, una por Fiat Chrysler Automobiles (FCA) y dos por el instituto. El IIHS tuvo que repetirla porque FCA cuestionó si el primer resultado fue consecuencia de que el Wrangler estuviera conectado al sistema de propulsión; la segunda vez se realizó bajo las condiciones de la marca, pero no cambió el resultado: el Wrangler terminó volteado del lado del copiloto tras impactar con la barrera.
El IIHS mencionó que no es aceptable que un vehículo termine de lado en una prueba de impacto frontal, sin embargo, no le otorgó la calificación más baja; en ese rubro obtuvo calificación marginal debido a que el compartimiento del conductor se mantuvo estable y el movimiento del maniquí estuvo controlado.
En los demás puntos de evaluación, que incluyen fuerza del techo, impacto lateral, impacto frontal, asientos y cabeceras, asistencias de conducción y sistemas de retención infantil, el Jeep Wrangler recibió la mejor calificación: Good. El único rubro donde fue evaluado con el peor puntaje (Poor), fue en iluminación.
