Audi SQ5 Sportback 2022, a prueba: un SUV con el toque exacto de poder y comodidades

El Audi SQ5 Sporback tiene todo lo que alguien que gusta del placer de conducir pudiera desear, desde equipo, motor, sensaciones al volante y estilo. No se siente como un modelo común, pero tampoco cae en los excesos de la gama más brutal de la marca de Ingolstadt. Lo pusimos a prueba para entender como se ha logrado todo esto.

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El punto medio entre un modelo tradicional y uno totalmente enfocado al desempeño

Primero una aclaración. Cuando escuchamos que este SQ5 es lo más deportivo y completo que podemos tener en dentro la gama Q5, podemos llegar a pensar que se trata de un rival directo para los BMW X3 M y X4 M o el Mercedes-AMG GLC 63. Pero no es así. Dentro de Audi y de las demás marcas hay varios niveles en su mundo deportivo.

Primero tenemos al nivel donde están los S Line, M Sport y AMG Line que básicamente son los modelos comunes, pero con un kit estético que cambia fascias, a veces parrilla, diseños de rines y defensas, uno que otro contraste menor de color y ya. Es decir, solo hacen que un modelo común se vea un poco deportivo.

Después tenemos al nivel donde están modelos como los S3, S4 o este SQ5, también donde están los X3 y X4 M40 o los AMG GLC 43. Aquí además del look deportivo ya hay cambios tangibles en el desempeño, tenemos motores más grandes, suspensiones algo más firmes, mejores frenos y puesta a punto en electrónica para mejorar las sensaciones de manejo. Si habláramos en porcentajes; la comodidad domina en un 55% mientras que lo deportivo tiene un 45% de acción.

Finalmente, en Audi tenemos al nivel Rennsport o RS ahí ya está lo top de lo top: RS3, RS5, RSQ8, etc. Están los X3 y X4 M y los AMG GLC 63. Aquí domina el apartado deportivo y puedes esperar una respuesta bruta en cuando hundes el pie en el acelerador. Como ya te decía, estos sí son los deportivos top. Aclarando eso, analicemos como producto al SQ5 junto a los modelos que realmente compiten contra él.

Sabor deportivo, pero sin caer en excesos

Comencemos por fuera: este modelo es el SQ5 Sportback, es decir, el que tiene carrocería de “SUV Coupé” y el que al ser el modelo deportivo, lleva ciertos cambios visuales específicos como la fascia más detallada con tomas de aire más grandes —simuladas por cierto—, el emblema SQ5, rines de 20” de diseño exclusivo, insertos en los costados, defensa más detallada y con simulación de puntas de escape cuádruples . Aquí probablemente habrás notado que tenemos los emblemas, insertos en la fascia y costados en color negro, esto es un opcional que justamente mejora la apariencia con más contrastes.

Siguiendo con el equipo, de serie nos llevamos faros Matrix LED que pueden apagar parte de su haz para no deslumbrar a los conductores que vienen en contra flujo, calaveras LED también con direccional dinámica, techo panorámico y la cubierta de los espejos en aluminio.

Realmente, atractivo y con la dosis perfecta para destacar del resto de las camionetas de este tipo, eso sí, aquí hablamos ya de un tamaño mediano, porque mide 4.689 mm de largo.

Festín para la vista y el tacto

El interior del SQ5 es una mezcla muy interesante de lujos, tecnología y detalles deportivos. Por un lado el equipo es más que bueno, y vaya, al ser el tope de gama no esperarías menos. Tenemos de todo: desde una pantalla de 10” táctil, obviamente compatible con CarPlay y Android Auto inalámbricos, navegación incluida y un sistema de audio Bang & Olufsen que suena súper bien.

Tenemos un cuadro de instrumentos digital personalizable con muchas vistas, A/C automático de tres zonas, iluminación ambiental, el volante de corte deportivo con paletas detrás para los cambios manuales, espejo electrocrómico y techo panorámico.

En acabados está muy bien, solido, silencioso, buenos materiales, hay plásticos suaves, insertos en gamuza, y no tanto plástico duro. Tal vez lo que no me gustó fue tanto plástico negro brillante que se raya rapidísimo a menos que le pongas una mica protectora o que opciones acabados de otro material con un costo extra.

Ahora lo más más llamativo son las vestiduras, este contraste de color rojo sobre esa piel Nappa y la forma deportiva de los asientos delanteros, simplemente me fascinan. Son cómodos, tienen memoria y claro, ajuste eléctrico. Muy fan.

Ok, ahora, seguridad: Audi nos da un producto bien equipado, pero con opciones a añadir. Es decir, tenemos 6 bolsas de aire, ABS, control de estabilidad, asistente de ascenso y descenso en pendiente, alerta de punto ciego y cámara de reversa.

Sin embargo, si quieres cosas como el estacionamiento autónomo, visión de 360º, HUD, o control de velocidad crucero adaptativo, pues… se venden por separado.

A pesar de la caída del techo, ese espacio en la parte trasera no se ve tan afectado, yo con 1.75 m de altura voy bien y tengo aún espacio de maniobra, tal vez solo alguien por encima del 1.85 m se empiece a sentir algo apretado, pero hasta eso no es por mucho.

La cajuela pierde algo de capacidad, 20 litros, quedando en 500 litros finales, que tal vez a lo profundo y ancho no afecta, pero sí a lo alto.

Lo suficiente para una experiencia divertida en cualquier ocasión

Al volante el SQ5 Sportback me deja claro lo que decía al inicio. Es un producto que ya se siente deportivo, pero en el cual la comodidad aún juega un papel muy importante.

Primero hablemos de números. Bajo el cofre se reemplaza el 4 cilindros turbo por un V6 turbo de 3.0 litros con 354 hp y 368 lb-pie de par. Ese poder se va a las cuatro ruedas a través de una caja automática tradicional de 8 cambios y el famoso sistema Quattro.

Lo que sientes es una camioneta ágil y capaz, pero aún amable en algunas cosas. Sí, un acelerón hace que te pegues al asiento y te saca una sonrisa, pero tampoco se siente tan bruto como en los modelos con los que competiría si tuviera una variante RSQ5. EL sonido es agradable, aunque artificialmente mejorado con el sistema de audio. Vaya, crea esa atmósfera de coche deportivo.

La dirección tiene un peso agradable y la suspensión se siente más firme que en un Q5 Sportback común. Manejé uno a finales del año pasado y aquí claramente siento esa firmeza extra al pasar por zonas maltratadas, tiene un feeling más como de un sedán de corte deportivo que como el de una camioneta, pero sin caer en lo seco y directo que puede ser un hot hatch en el que a veces te cuestionas si era necesario que fueran tan duros.

Otra cosa interesante es que la suspensión tiene amortiguadores que pueden regular su firmeza en tres niveles. Entonces puedes tener una pisada muy suave, una balanceada o algo más firme. Opcionalmente también puedes añadir suspensión de aire que puede ayudar a bajar o elevar la altura de la carrocería en unos cm para un manejo aún más dinámico y parecido al de un auto.

Los frenos bien, con una mordida fuerte y gradual. En general esto es muy Audi, un balance que no deja ningún flanco descubierto. Quieres camioneta cómoda para diario, ponla en las configuraciones más suaves. Quieres algo divertido para la carretera el fin de semana, ponlo en modo Dynamic, puede perfectamente con ambas tareas.

Hablando de consumos es claro que al portar un motor más grande, estar a unos cuantos kilos de las 2 toneladas y tener tracción en las cuatro ruedas, lo común es que andes rondando los 6 a 7 km/l. Sin tráfico sin problema alguno puedes llegar a 9 o 10 km/l, pero bueno, en un lugar como la Ciudad de México eso tal vez lo logres una o dos veces por año.

Dentro de los SUV que coquetean con el alto desempeño, el SQ5 Sportback es el más equilibrado

Si Audi no creo un RS Q5 no fue porque no pudieran, ellos conocen perfectamente a sus clientes y entienden que tienen adeptos en puntos concretos de su gama, en autos compactos y listos para ser juguetes de pista como los RS3 , RSQ3, o TTRS, o bien los que quieren un GT con poder brutal en un RS5, RS6, RS7 o RSQ8. En ese punto central un SQ5 es lo más extremo que le podría interesar a quienes realmente compran esos autos y como fórmula que cubra todo lo necesario del día a día y además le de un toque de sabor al camino cuando queremos un poco más, el SQ5 tanto en variante normal como Sportback me parece de lo más razonable.

Aunque claro, hay que decir que sus rivales también tienen lo suyo y apuntan a clientes con gustos específicos. Audi va por el que quiere un poco de todo, BMW con los X3 y X4 M40 van por los que no les importa sacrificar un poquito de comodidad con tal de engancharse más en la conducción y el Mercedes-AMG GLC 43 apunta al que se quiere primero los lujos y las comodidades antes de pensar en el punch.

Audi SQ5 Sportback

$1,449,900

• Motor: V6 turbo de 3.0 litros
• Potencia: 354 hp @ 5,400 - 6,400 RPM
• Par: 368 lb-pie @ 1,370 - 4,500 RPM
• Transmisión: Tiptronic 8 vels
• Tracción: Cuatro
• Frenos: Disco / disco
• Peso: 1,940 kg
• Velocidad máxima: 250 km/h
• Aceleración 0-100 km/h: 5.4 segundos
• Suspensión delantera: Independiente
• Suspensión trasera: Independiente
• Longitud: 4,689 mm
• Cajuela: 500 litros
• Consumo en ciudad: 9.3 km/l
• Consumo en carretera: 13.8 km/l
• Consumo combinado: 10.3 km/l
• Capacidad del tanque: 70 litros
• Lugar de fabricación: Puebla, México