La apuesta de Toyota por los trenes motrices híbridos es cada vez más poderosa, de ahí que no resulte extraño que su modelo más pequeño y de claras orientaciones urbanas, el Aygo, ahora sea impulsado por este tipo de mecánica tras su más reciente actualización, el cual fue heredado de su hermano mayor, el Yaris.
Las dimensiones del renovado modelo son idénticas a las que tenía hasta ahora y, salvo por los nuevos rines, es prácticamente igual, sin embargo, la parte frontal cambia de manera considerable, adoptando rasgos que lo asemejan más a los más reciente lanzamientos de la firma japonesa.
Los faros hora lucen más pequeños y estilizados, dejando la firma lumínica en forma de franja LED en la parte superior, conectándose entre sí por medio de una delgada moldura metalizada, sobre la que se encuentra el logo de Toyota, que luce más compacto.
Otro de los cambios estéticos en esta zona se encuentra en la fascia, que ahora luce una enorme entrada de aire.
Por otro lado, el habitáculo mantiene su configuración prácticamente intacta, aunque incorpora novedades que le dan un toque más moderno, como el hecho de que ahora el cuadro de instrumentos dejó su formato análogo para convertirse en digital, mientras que los mandos multifunción del volante se modificaron y se añadieron dos tomas USB C en la consola central, por debajo de los controles del aire acondicionado.
Si bien los cambios visuales son importantes, el aspecto más relevante de esta actualización se encuentra bajo el cofre de este vehículo, pues dejó de lado su motor a gasolina de tres cilindros de 1.0 litros, de 72 hp, para adoptar un sistema de propulsión híbrido, que genera 116 hp y un torque máximo de 144 Nm, combinado con una transmisión automática CVT; sin duda sería un modelo atractivo para nuestro mercado.
Imágenes: Toyota
