Parece mala idea que un auto baje sus ventanas en cuanto comienza a hundirse, pero es todo lo contrario: puede salvarte la vida y ahora los Tesla lo harán automáticamente

Una de las principales características de los automóviles de Tesla es la seguridad que proveen a sus ocupantes y pese a que se han dado casos en los que el vehículo no responde apropiadamente, en general brindan buena protección. Ahora la marca dará otro paso adelante, con una función que podría salvar vidas… aunque no lo parezca.

Ahora los automóviles de Tesla incluyen una función que baja los cristales de las ventanas y abre el portón del maletero cuando los sensores del vehículo detectan que se está sumergiendo en el agua.

Aunque parece contraintuitivo, la acción de bajar las ventanillas es lo que debería hacer cualquier ocupante que se vea en esta peligrosa situación. Sí, abrir las ventanas hará que el agua entre más rápido al habitáculo, pero también le dará una escapatoria rápida a los ocupantes.

De acuerdo con la información, este sistema de seguridad se activa por un breve periodo que incluso puede ser de segundos, pues una vez que el agua dañe los sistemas eléctricos del auto ya no se podrán abrir más los cristales.

Este SUV tiene la capacidad de flotar y navegar, pero un automóvil convencional se va a inundar por completo y en muchos de estos casos, las personas no reaccionan a tiempo en cuanto ven que el agua está ingresando y cuando ya es tarde quieren abrir la puerta por sus propios medios, pero debido al cambio de presión es muy difícil que lo logren.

Por otra parte, instalar esta función de seguridad en los automóviles de Tesla no es una medida exagerada. El año pasado una mujer murió en Texas, Estados Unidos, después de que su Model X cayera accidentalmente en un estanque.

Y ese no es un caso aislado, porque incluso en México al año se registran varias muertes por ahogamiento originado por la caída de un coche en un cuerpo de agua.

Si bien la tecnología busca salvar vidas, lo más importante es que las personas tengan conocimientos de nado, pues de lo contrario de nada sirve que el automóvil ofrezca una vía de escape, si los ocupantes no van a saber cómo abandonar el vehículo o de qué manera llegar a la superficie.