Desde algunos años, China es el principal país exportador de coches, mientras que el Grupo Chery, que posee las marcas Omoda y Jaecoo, se ha convertido recientemente en la primera marca china de automóviles en superar el hito de los cinco millones de coches exportados. Al 31 de julio de 2025, el Grupo Chery había exportado más de 5.17 millones de coches.
Lo anterior es la muestra de cómo la industria automotriz se encuentra actualmente en plena transformación. Con el auge de China y el cambio de modelo económico que supone el coche eléctrico definido por software, un tercio del mercado estará en manos de nuevos actores.

La consultora Roland Berger realizó un panorama de la industria automotriz mundial de aquí a 2040, como parte su informe Automotive Outlook 2040, que trata sobre el futuro del automóvil. Según la consultora, el factor clave reside precisamente en el cambio regional de los mercados: se espera que los volúmenes aumenten significativamente en los países del sur y en China, que representarán el 60%, pero no en los mercados occidentales, que ya han alcanzado lo que se denomina el “pico automotriz”.
En pocas palabras, los coches se renovarán, pero ya no habrá avances en cuanto al número de autos por habitante. Sin embargo, esto no impedirá que se extienda el coche eléctrico. Los analistas indican que el 70% de los coches nuevos vendidos en el mundo serán eléctricos de aquí a 2040 y que, en Europa, esta proporción podría alcanzar el 90% con la política actual de las autoridades de Bruselas (siempre y cuando no se vengan abajo en 2026).

La consultora también prevé que la conquista china continúe. Para 2040, los fabricantes de automóviles chinos deberían haber conquistado entre el 25 y el 34% del mercado mundial, y seis de los veinte principales actores procederán del Imperio Medio. Por lo tanto, contrariamente a lo que algunos temen, no alcanzarán una posición de dominio total. Pero, por supuesto, esto requiere que los actores tomen conciencia desde ahora.
Ante la pregunta de si China acabará con la industria automotriz europea, la consultora señala que no hay nada escrito, pero plantea dos escenarios. En el primero, China y sus industriales se imponen gracias a un rápido crecimiento y a la falta de adaptación de los proveedores europeos.

En el segundo escenario, por el contrario, se prevé que los industriales europeos se adapten rápidamente, innoven y capitalicen su imagen de marca para limitar el crecimiento chino. Pero para ello, “deben ser mucho más eficaces”.
“Si los fabricantes de equipos occidentales modifican radicalmente su enfoque, por ejemplo, recurriendo en mayor medida a plataformas de hardware y software estandarizadas proporcionadas por terceros [como ya han hecho en Renault o Volvo con Android Automotive para sus coches, por ejemplo], tal vez puedan volver a ser competitivos en términos de costos. El resultado sería un nuevo equilibrio de fuerzas a escala mundial de aquí a 2040, en el que todos los actores tendrían oportunidades de crecimiento”, explicó Roland Berger.
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