Pablo Monroy
Normalmente, estamos acostumbrados a asociar una caja negra con un avión, sin embargo, en regiones como Europa, la ley exige que los coches nuevos equipen una caja negra, esto con el objetivo de registrar la mayor cantidad de información posible en caso de un accidente.
Pero ¿Cómo funciona una caja negra en un automóvil? Su misión es la de mejorar la seguridad de los coches y sus ocupantes recopilando información del vehículo y almacenándola, para posteriormente poder esclarecer lo que sucedió antes, durante y después de un incidente.
Para ello, la caja negra o sistema EDR (Registrador de Datos de Eventos, por sus siglas en inglés), instalada bajo el asiento del conductor, atornillada al chasis y conectada a la computadora del coche, recoge y borra constantemente información, que únicamente se conservará en caso de accidente grave. De esta manera, si una o varias bolsas de aire se disparan, el EDR guardará los 30 segundos inmediatamente anteriores y los cinco posteriores al percance, siempre que el coche esté encendido.
Debido a que los coches modernos cuentan con mucha electrónica, encargada de gobernar prácticamente todos los sistemas del auto, los datos almacenados en la caja negra de un automóvil pueden registrar varios elementos, entre los que destacan:
- Momento de la frenada.
- Velocidad del vehículo.
- Fuerza del impacto frontal y lateral.
- Revoluciones del motor.
- Movimientos de dirección.
- Posición del acelerador.
- Funcionamiento de los sistemas de seguridad como los airbags o el cinturón de seguridad.
- Condiciones meteorológicas en el momento del impacto.
- Parámetros como el día o la hora, entre otros.
Para poder ver e interpretar todos los datos registrados por la caja negra, se debe recurrir al puerto OBD del coche, o desde un puerto propio ubicado en la misma caja negra. Ese acceso estará restringido y no lo podrá ver cualquiera, pues únicamente podrá hacerlo la autoridad competente al momento de reconstruir un siniestro.
La información recopilada por la caja negra es anónima y no registra ni audio ni video, de tal suerte que únicamente registra datos en situaciones específicas y no guarda datos personales como nombre, edad o sexo del conductor; ni tampoco los cuatro últimos dígitos del número de identificación del vehículo, también conocido como.
Por lo tanto, este dispositivo no sirve para inculpar a un conductor en un accidente. Así que la función principal de la caja negra es recoger datos, para luego analizar las causas de los accidentes; a través de esta herramienta se puede saber velocidad del auto, ángulo del volante, uso de frenos, aceleración, revoluciones del motor, activación de intermitentes, estado de los cinturones de seguridad, despliegue de bolsas de aire, etcétera.
Por ejemplo, en cuanto a peritajes y seguros, en nuestro país, así como en muchos otros, la caja negra del coche se utiliza para entender qué pasó en un accidente, ayudar a determinar responsabilidades y calcular costos de reparación, especialmente en casos de seguros.
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