Si hay algo que los videojuegos nos han permitido hacer a los amantes de los autos, es ponernos frente al volante de prácticamente todas nuestras fantasías motorizadas de manera cada vez más real y excitante. El siguiente paso lo dio Gran Turismo al permitirle a los diseñadores soñar con conceptos más allá de cualquier posibilidad técnica y sin las limitantes de presupuesto que implica el desarrollo de un automóvil funcional.
La más reciente adición al ya amplio garaje de Vision Gran Turismo corre a cuenta de SRT, la marca de alto desempeño de FCA para vehículos Dodge.
Si el nombre Tomahawk te suena familiar es porque este ya había sido utilizado en un concepto previo. En el 2003, Dodge presentó el Tomahawk, una motocicleta de 4 ruedas que montaba un V10 de 8 litros derivado de la planta de poder del Viper y que de acuerdo a Dodge podía alcanzar las 420 millas por hora, cosa que nunca logró de manera oficial ya que solo se manejó a velocidades tope de 100 millas por hora en público.
Como exclusiva para el Gran Turismo 6, el nuevo Tomahawk montará, al igual que su predecesor, un V10, solo que éste generará 2,590 caballos de fuerza hipotética provenientes de plantas de poder combinada. El próximo verano los fans del GT6 podrán acceder a tres versiones diferentes del Tomahawk: El Tomahawk Vision Gran Turismo S como entry level, la versión de carreras GTS-R y la versión X que el fabricante define como un modelo de tecnología experimental.
El equipo de Gran Turismo encabezado por el ya legendario Kazunori Yamauchi, se vio obligado a desarrollar nuevos physics a fin poder representar propiamente las cualidades dinámicas de este vehículo con el cual, FCA anticipa lo que su división SRT podría estar haciendo dentro de 20 años.
De acuerdo a Ralph Gilles Director de diseño de SRT, el diseño se eligió basado en una competencia entre los diseñadores enfocándose en cómo sería un deportivo SRT del futuro. Sin embargo el perfil del diseño luce extrañamente familiar, sobretodo en rojo, el perfil de la cabina, el poste C, ancho y elevado que se corta antes de llegar al cielo y el diseño de las puertas, parece una evolución del Ferrari LaFerrari. Después de ese detalle, nada lo une visualmente a la genética de SRT como sucede con otros Vision y sus respectivos fabricantes.
El diseño monta varios elementos aerodinámicos que varían su posición de manera constante a fin de mejorar el desempeño dinámico del auto. El diseño empuja las ruedas a las esquinas del auto lo que, sumado a un centro de gravedad extraordinariamente bajo, le otorgaría una estabilidad asombrosa.
La vista trasera es extrema. Cinco tubos de escape, dos enormes outlet ubicadas debajo de las delgadas lámparas traseras horizontales, sumado a los enormes y musculares costados traseros le otorgan una imagen poderosa pero ligera.
Adelante un agresivo spoiler domina en un frente extraordinariamente bajo. No hay ningún elemento estético, salvo un pequeño grafico de SRT que lo una a Dodge, de hecho, si se le hubiesen dado unas lámparas verticales, podíamos pensar que se trata de algún boceto de LaFerrari descartado para la producción.
Mas unido a Ferrari por la posición del motor, el diseño, y una propuesta muy exótica para ser americana, el SRT marca la entrada de la marca en una elite a la que solo algunos cuantos pertenecían, la del concepto exótico virtual.
En Motorpasión México | Infiniti Vision Gran Turismo como lo querías ver ¡en vivo y a todo color!
