Cada día que pasa, los autos eléctricos se apoderan más y más de los planes a largo plazo de diferentes marcas. Ahora es Jaguar quien nos da de qué hablar. En lugar de buscar un sucesor para el XK y traer a producción el C-X75 —sí, el de Spectre—, la firma británica está considerando lanzar al mercado dos vehículos eléctricos. Y no, ninguno de ellos es un deportivo.
A principios de año, Ian Callum, diseñador de Jaguar, aseguró que en los próximos dos años veríamos algo que no sería propulsado por motores de combustión. Con los modelos alimentados por hidrógeno tan lejos del mapa, claro que se refiere a vehículos eléctricos. De acuerdo con Automobile, uno de ellos es un coupé de cuatro puertas.
Este modelo estrenaría una plataforma exclusiva para modelos eléctricos de Jaguar.
Conocido internamente como proyecto X590, este modelo sería el Porsche Panamera de Jaguar, pero más orientado al lujo, para enfrentar al Audi A8, al Mercedes-Benz Clase S y a prácticamente cualquier sedán grande del segmento premium, incluido, evidentemente, el Tesla Model S.
Ahora bien, de acuerdo con una fuente interna de la marca, el segundo modelo eléctrico será un SUV, enfocado al consumidor norteamericano. Apenas unos meses después de haber lanzado al mercado su primer SUV, el F-Pace, los británicos parecen tener claras —y lógicas— intenciones de apostar por este segmento.
Para reducir costos de producción, Jaguar se encuentra negociando con BMW y Ford la posibilidad de emprender una aventura juntos en Reino Unido, para construir una fábrica de baterías.
