En esta cuarentena tenemos que buscar en qué entretenernos y una de las actividades más relajantes que podemos encontrar es la jardinería. Ya sea que vivas en un depa y que pases horas cuidando tus plantas sembradas en macetas o bien, que vivas en una casa donde pases ese mismo tiempo cuidando tu jardín, Pues bien, esa fue la idea que tuvo nuestro amigo John Bradshaw, un ciudadano inglés que tuvo un increíble hallazgo mientras se encontraba realizando esa labor.
Este súbdito británico encontró enterrado en su jardín un vehículo completo que data de los años 50 y que estaba oculto bajo un montón de tierra a dos metros de profundidad, en un espacio de tres metros de largo por uno y medio de ancho, esperando a ser descubierto.
Los restos del vehículo fueron descubiertos mientras Bradshaw aprovechaba el tiempo libre de esta cuarentena para trabajar en el jardín de su casa, a la que acaba de mudarse hace apenas seis meses y en la que no había tenido mucho tiempo para trabajar, hasta ahora.
“Es realmente extraño. No es algo que te encuentres todos los días, pero está literalmente ahí, en medio de tu jardín y es una de esas cosas que tienes que ver para creer”, comentó el propio Bradshaw, quien prosiguió: “Primero vi el techo del vehículo y pensé ¿quién entierra el techo de un auto? Después seguí cavando y vi la puerta con el volante, fue entonces cuando me di cuenta de que era un automóvil completo, con todo y su matrícula ¡Solo le faltaban las ruedas!”.
El modelo en cuestión es nada más y nada menos que un Ford 103e, producido entre 1955 y 1956 y que fue un auténtico superventas en territorio inglés, desde el año 53 y hasta el 62, gracias a que fue uno de los coches más baratos de la época gracias a su pequeño motor de cuatro cilindros y 1.2 litros con 30 caballos de fuerza.
Tras este increíble hallazgo, Bradshaw comenzó a investigar sobre la historia de su casa, para ver si podía encontrar más detalles sobre el vehículo que encontró en su jardín y no tardó mucho en toparse con algunos enigmas pues, según se enteró, los anteriores inquilinos eran un matrimonio que vivió ahí durante 50 años hasta que ambos fallecieron, y de hecho tenían algunos vínculos militares, aunque no hay registros de la placa que porta este modelo ni tampoco registros de algún trabajo en su jardín.
“Me dijeron que al final de la Segunda Guerra Mundial hubo una afluencia de personas que trabajaban para el Servicio Secreto. También me han sugerido que el color del automóvil se conoce como gris RAF, relacionada a la Real Fuerza Aérea británica. Parece que no hay registros disponibles de este auto, lo cual también es extraño” finalizó Bradshaw, quien se declaró dispuesto a llegar hasta el fondo de esta historia.
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