Conforme pasa el tiempo, aquellas cosas que veíamos en las películas de ciencia ficción se van haciendo realidad: las videollamadas, interactuar con tu coche por comandos de voz, y hasta la inteligencia artificial. Ahora, tal y como sucedió en la saga Volver al Futuro, los deshechos y las sobras de comida se podrán transformar en combustible, si bien no para viajar en el tiempo, lo cierto es que podrían impulsar a un automóvil.
Hyundai presentó una propuesta para generar energía limpia con la basura y los deshechos plásticos, bautizada como Waste to Hydrogen (W2H, de desechos a hidrógeno) y Plastic to Hydrogen (P2H, de plástico a hidrógeno). Con ello, la marca pretende transformar la basura orgánica e inorgánica en combustible para los vehículos eléctricos.
El primer proceso consiste en la fermentación de residuos orgánicos, como alimentos, estiércol de ganado, restos vegetales, etcétera, para generar biogás, del que luego recibe un tratamiento para capturar el CO2 (dióxido de carbono) y producir hidrógeno. El segundo consiste en fundir los residuos plásticos que no se pueden reciclar, gasificar los plásticos fundidos y producir hidrógeno mediante la eliminación de elementos innecesarios.
Una vez obtenido el hidrógeno, se utiliza en una pila de combustible para generar electricidad por medio de una reacción química, alimentar un motor eléctrico y, de este modo, impulsar un automóvil equipado con una pila de hidrógeno, por lo que los desechos orgánicos e inorgánicos se convierten en electricidad tras un proceso.
Hyundai ya trabaja en pequeños centro de producción de hidrógeno en Indonesia, donde se convierten los residuos locales en hidrógeno, iniciativa que se puede extender a cualquier parte del mundo. Además, la compañía está buscando la forma de reducir los costos de los componentes más caros de una pila de hidrógeno, la membrana PEM, responsable directa de la generación de la electricidad.