No hace falta regresar mucho en el tiempo para recordar que, en nuestro mercado, la oferta de vehículos deportivos relativamente accesibles era nutrida. Por ejemplo, en la década del 90, encontrábamos ofertas como el Golf GTI, Spirit RT, Shadow GTS, Cutlass Eurosport, Cougar, Cavalier Z24, Mitsubishi Eclipse o Mustang.
En la década de los 2000, además de los citados Golf GTI y Mustang, aún encontrábamos propuestas como el Focus RS, Nissan 350 Z, Lancer Evolution, Subaru Impreza, Clio Sport, Peugeot 207 RC o Megane Sport.

En la década del 2010, la oferta de variantes deportivas de los fabricantes comenzó a recortarse notablemente y hoy en día aún podemos encontrar deportivos accesibles como el Mazda MX-5, pues muchos modelos simplemente dejaron de existir, como el Audi TT, Camaro y, guardada la proporción, el Challenger y Charger.
Ford mantiene la oferta del Mustang, Honda ya no ofrece variantes deportivas en su portafolio de productos en México, de hecho, ya no se ofreció la nueva generación del Civic Type R; Chevrolet no cuenta con ofertas deportivas accesibles, a menos que se tenga una cartera holgada para un Corvette, Toyota ofrece el Yaris GR, porque, aunque también vende el Supra, estamos hablando de un coche de más de millón y medio de pesos.

Volkswagen mantiene al Golf GTI y Jetta GLI, pero Suzuki dejó de producir recientemente el Swft Sport. Así podemos hacer un repaso con el resto de las marcas, y encontraremos que la mayoría hizo de lado las variantes divertidas accesibles para los entusiastas.
Una posible explicación la podemos encontrar en Francia pues, de acuerdo con L´Automobile, el mercado de los deportivos pequeños se ha reducido a lo largo de los años, consecuencia de los impuestos, normas anticontaminación, seguridad, el dominio de los SUV en prácticamente todos los segmentos, la electrificación y la búsqueda de márgenes cada vez mayores por parte de los fabricantes.

Por otro lado, el mercado de los deportivos accesibles usados o de segunda mano, también está a la baja, como consecuencia del desencanto general por este tipo de coches, ciertas piezas específicas que no se encuentran o son demasiado caras.
A pesar de que el Mustang ya no tiene rivales directos, o por lo menos no por ahora, tuvo un desempeño no tan alentador a lo largo del 2024, pues solamente se colocaron 44,003 unidades, cifras que convierten oficialmente al 2024 como el peor año en ventas del Mustang en sus 60 años de historia.

Las ventas han caído hasta el punto en que el Mustang Mach-E 100% eléctrico, no muy bien visto por los puristas de los pony car por no ser un Mustang real, lo superó en ventas por más de 7,000 unidades. Por otro lado, en Estados Unidos, el Mazda MX-5 ha experimentado un incremento en sus ventas de más del 70%, lo que demuestras que el encanto por este deportivo se mantiene sólido.
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