El Chevrolet Cavalier estuvo a la venta en Estados Unidos desde 1982 hasta 2005 y, a diferencia de México, el nombre no había vuelto a sonar... hasta ahora. General Motors registró a finales de marzo los nombres “Cavalier” y “Chevrolet Cavalier” en la Oficina de Patentes y Registros de Marca en Estados Unidos.
Nadie sabe con certeza qué se pueda traer entre manos la firma estadounidense. Tras el cierre de su fábrica en Ohio —donde se produjeron las tres generaciones de Cavalier—, y el fin de la producción de Cruze, Chevrolet le puso fin a una era de 49 años de sedanes compactos, sin intención de lanzar un reemplazo, al menos no en Estados Unidos.
Si bien General Motors podría haber registrado el nombre “por si acaso”, la ley de registros de marca en Estados Unidos exige que se utilicen en algún producto o servicio; de otro modo, los derechos de uso de retirarían.
Es muy poco probable que el Chevrolet Cavalier a la venta en México —desarrollado en China— llegue a Estados Unidos; su plataforma basada en el Cruze de generación pasada, la falta de propulsores ponentes y el rezago tecnológico frente al resto de sedanes del segmento C no le pronosticarían un buen nivel de ventas. Y a eso se suma la tendencia del mercado de abandonar sedanes en favor de un SUV.
General Motors ha apostado mucho por China en los últimos años. Tan sólo estos días ya se habla de la revelación de cinco modelos nuevos: Tracker, Trailblazer, Onix, Monza y Encore, de los cuales la mayoría llegarán al mercado americano. Es probable que Chevrolet prepare un nuevo compacto de origen chino para reemplazar a Cruze y competir, bajo el nombre Cavalier, en el segmento compacto. Esto además abriría la brecha entre el Aveo —Sail— y el Cavalier actual para colocar de manera más holgada al nuevo Onix. Aunque todo esto, por supuesto, son sólo especulaciones.
