Pablo Monroy
El Programa de Evaluación de Vehículos Nuevos para América Latina y el Caribe, Latin NCAP, publicó la octava ronda de resultados de este 2025. El informe calificó como decepcionantes las dos estrellas para el Toyota Yaris Sedán y Hatchback. De hecho, los modelos Yaris Sedán y Hatchback, que ofrecen al menos seis bolsas de aire y control electrónico de estabilidad de serie, también obtuvieron dos estrellas.
En las puntuaciones, el modelo obtuvo 65.79% en protección para ocupante adulto, 63.85% para ocupante infantil, 53.59% en protección de peatones y 58.14% en asistencia a la seguridad.
El auto presentó estructura y área de los pies inestables en el impacto frontal, y el pecho del conductor mostró protección marginal. La baja puntuación infantil se debe a la falta del interruptor para desactivar la bolsa de aire del acompañante. La falta de asistencia de velocidad y la imposibilidad de obtener puntos por el frenado autónomo de emergencia explican el resultado general de dos estrellas.
Ante ello, los directivos de Latin NCAP fueron contundentes al criticar el desempeño de Toyota en esta ronda de pruebas. Alejandro Furas, Secretario General de Latin NCAP, declaró: “Toyota sorprendió con un desempeño muy deficiente en muchos aspectos. A diferencia de sus competidores, como Renault con el Kardian y Volkswagen con el Tera, Toyota no parece priorizar la seguridad en Latinoamérica y el Caribe como se esperaba”.
Por su parte, Stephan Brodziak, Presidente de la Comisión Directiva, reforzó la crítica: “Las calificaciones de dos estrellas para el Yaris Sedán/Hatchback profundiza este deterioro y evidencia que Toyota no está respondiendo a las necesidades de protección que exige la región. Latin NCAP exige a Toyota una corrección inmediata de rumbo”.
Recordemos que, a finales de octubre pasado, el Yaris Sedán S HEV desembarcó en nuestro territorio, una variante híbrida que se colocó como el tope de gama y es impulsado por una unidad de potencia híbrida, integrada por un motor de cuatro cilindros atmosférico de 1.5 litros, que genera 90 hp así como de un propulsor eléctrico, alimentado por una batería de 0.7 kWh de capacidad que, de manera conjunta, desarrollan un total de 110 hp, administrados al eje delantero por medio de una transmisión automática e-CVT. La marca habla de un consumo de hasta 27 km/l.
Además, para esta versión, se sumó el Toyota Safety Sense, que incluye asistencias como sistema de pre-colisión, asistencia de mantenimiento de carril y de trazado de carril, luces altas automáticas, alerta de cambio de carril y frenado inteligente.
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