Pablo Monroy
Colocar los pies sobre el tablero del auto es algo común de los acompañantes en viajes largos. Puede parecer cómodo, especialmente cuando quieren estirarse y relajarse, pero plantea importantes problemas de seguridad.
Sin embargo, la mayoría no considera las implicaciones de seguridad de este mal hábito. Algunas personas ni siquiera se dan cuenta de que, poner los pies en alto, puede ponerlas en riesgo durante frenadas repentinas o accidentes.
También existe la idea errónea de que, mientras se lleve puesto el cinturón de seguridad, se está completamente protegido, pero este hábito plantea nuevos riesgos que muchos pasajeros pasan por alto.
Las bolsas de aire del coche están diseñadas para proteger a los pasajeros, inflándose rápidamente en caso de una colisión, absorbiendo parte del impacto y evitando el contacto directo con superficies duras.
Son extremadamente potentes y están diseñadas para funcionar mejor cuando los pasajeros están sentados correctamente por lo que, cuando un pasajero tiene los pies sobre el tablero, la fuerza del airbag puede causar lesiones graves.
Si una bolsa de aire se despliega con las piernas de un pasajero elevadas, la velocidad y la presión pueden forzar las rodillas contra la cara o el pecho, provocando fracturas, lesiones internas o incluso la muerte.
El rápido despliegue, que ocurre en milisegundos, impide que los pasajeros reacomoden las piernas a tiempo. Esta situación es extremadamente peligrosa, porque el cuerpo no está en la posición que la bolsa de aire está diseñada para proteger.
Casos reales han mostrado a pasajeros con fracturas de piernas, traumatismos craneoencefálicos e incluso lesiones en la columna vertebral por tener los pies sobre el tablero durante una colisión. Estos incidentes sacan a la luz el grave riesgo que conlleva y los especialistas subrayan la importancia de mantener una postura correcta al sentarse en un vehículo en movimiento.
En agosto de 2017, Audra Tatum, madre de tres hijos y residente del condado de Walker, Georgia, se acomodó en el asiento del pasajero de un automóvil, se reclinó y se relajó colocando los pies sobre el tablero. Su marido le advirtió sobre ese peligroso hábito, pero a Tatum no le importó, pues, para ella, era muy cómodo.
"Toda mi vida tuve las piernas cruzadas y el pie en el tablero", declaró Tatum a CBS News. "Mi esposo siempre me decía: 'Algún día tendrás un accidente y te romperás las piernas'". Tatum le aseguró que estaba equivocado. "A tiempo pisaré el acelerador", respondía siempre, pero la perspectiva de Tatum cambió por completo.
La pareja se dirigía a casa de los padres de ella, a unos 6 kilómetros de distancia, para recoger a sus hijos, cuando un coche se detuvo frente a su marido y lo embistió. Todos lograron salir del lugar con raspones y moretones, excepto Tatum.
"El airbag explotó, me voló el pie y me rompió la nariz. Miraba la planta del pie hacia arriba. Básicamente, me rompí todo el lado derecho, y es simplemente por mi ignorancia. No soy Superman. No pude pisar a tiempo", declaró Tatum, quien se sometió a varias cirugías y semanas de fisioterapia. Tardó más de un mes en volver a caminar y todavía enfrenta secuelas.
"No puedo seguir mi carrera como paramédica. Ya no puedo levantar pacientes. No aguanto más de cuatro horas seguidas. Cuando llego a esas cuatro horas, me pongo a llorar".
Mucha gente cree que poner los pies sobre el tablero es un riesgo menor o que pueden evitar lesiones fácilmente moviendo las piernas rápidamente en caso de accidente. Sin embargo, esto es un mito, pues la realidad es que los accidentes ocurren en segundos, y la velocidad a la que se despliegan las bolsas de aire impide reaccionar a tiempo.
Expertos en seguridad, incluyendo fabricantes de vehículos y profesionales en seguridad vial, advierten contra esta práctica. Según estudios, la fuerza del despliegue del airbag puede alcanzar velocidades de hasta 320 km/h.
Esto significa que cualquier pasajero, que esté fuera de posición durante un choque, corre un riesgo significativo de sufrir lesiones graves. Incluso si el choque ocurre a baja velocidad, el airbag puede causar daños cuando los pies de una persona no están donde deberían estar.
Las fuerzas que intervienen en un accidente de tráfico, combinadas con posiciones de asiento inadecuadas, incrementa significativamente el riesgo de lesiones. No es un mito: es un riesgo grave.
Para garantizar la seguridad durante los viajes en coche, los pasajeros deben sentarse siempre erguidos, con los pies en el suelo y abrocharse el cinturón de seguridad correctamente.
Esto permite que los sistemas de seguridad del vehículo, como los airbags y los cinturones de seguridad, funcionen correctamente en caso de accidente. Se debe evitar estrictamente mantener los pies sobre el tablero u otras posiciones elevadas, por muy tentador que sea durante viajes largos.
Los conductores también pueden recordar a los pasajeros que se sienten correctamente y desalentar comportamientos inseguros. Pueden establecer reglas, especialmente al conducir largas distancias, para garantizar la seguridad de todos y evitar hábitos que podrían causar lesiones. Recordatorios sencillos para mantener una postura correcta pueden contribuir en gran medida a prevenir lesiones.
Los pasajeros pueden tomar medidas preventivas, como ajustar el asiento para mayor comodidad, usar cojines de apoyo o tomar descansos frecuentes en viajes largos. Estas medidas ayudarán a reducir el deseo de estirarse de forma insegura y promoverán un entorno de viaje más seguro.
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