Gerardo García
Admitámoslo, en más de una ocasión hemos preferido aguantar las ganas de ir al baño con tal de subirnos rápidamente al coche para llegar antes a nuestro destino. Podría parecer una conducta inofensiva, pero el doctor José Manuel Felices explica en un video por qué puede convertirse en todo un peligro e incluso ser causa de entrar al quirófano.
Como puedes ver a continuación, el médico explica de una forma muy didáctica lo que podría suceder con tu vejiga en caso de un golpe con el coche. Si está vacía no representa mayor riesgo para el organismo; si está llena, es más fácil que se rompa como si se tratase de un globo inflado, y será necesaria una intervención quirúrgica.
Ir al baño antes de subirte al coche no sólo evitará ese riesgo, también favorecerá a una conducción más segura en general. Cuando un conductor siente urgencia por orinar, su concentración disminuye de manera importante e incluso, con el fin de retener la orina, evitará realizar algunos movimientos corporales, lo que podría provocar un accidente. También se vuelve más agresivo porque sube su nivel de estrés al volante.
Ahora bien, en el polo opuesto, también es importante mantenerse hidratado al momento de manejar, sobre todo en temporada de calor y en trayectos largos. Lo más recomendable es beber unos 200 ml de agua cada hora (el equivalente a un vaso pequeño o a 8 sorbos de una botella) y aprovechar para ir al baño durante la parada de descanso que se recomienda siempre tras 2 horas o 200 km de manejar en carretera. Basta con 15 minutos.
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