Crear vehículos que no necesiten de la asistencia humana es un objetivo que tienen en común las firmas automotrices a nivel global, cada una a su manera, se encuentran trabajando en busca de la tecnología perfecta para que los vehículos del futuro se “manejen” solos. Ahora, BMW da un paso más hacia este futuro lanzando una nueva plataforma que representa un hito clave en la historia de BMW Group para una conducción autónoma.
La "D 3 ", como se llama el nuevo proyecto, significa desarrollo impulsado por datos, que forma la base para el desarrollo y la validación de funciones de conducción autónoma, herramienta indispensable para garantizar la seguridad y confiabilidad del Nivel 3 que se ofrecerá en el BMW iNEXT a finales de 2021.
El Nivel 3 se refiere a que el sistema permitirá a los conductores ceder la tarea de conducir al automóvil, por períodos de tiempo más largos al manejar a velocidades de hasta 130 km/h.
También para 2021, una flota de vehículos de prueba comenzará a funcionar con el objetivo de probar la funcionalidad del Nivel 4, es decir, que el conductor en este caso se involucre lo menos posible, en ensayos a gran escala realizados en entornos urbanos más definidos.
Ahora bien, el principio básico para que los autos autónomos puedan funcionar a la perfección y crear un ambiente ideal para ellos, es mapeando cada punto de cada ciudad, detallando la complejidad y la variedad de las situaciones de tráfico, para así recopilar grandes cantidades de datos, y obtener un amplio panorama de las problemáticas que se pudieran generar.
La plataforma BMW Group High Performance D 3 se encuentra a pocos kilómetros del campus de conducción autónoma de la marca en Unterschleißheim, cerca de Múnich. La proximidad fue una parte esencial del plan para transferir las enormes cantidades de datos desde el Campus a la plataforma.
Este proceso es tan solo una parte del trabajo que está realizando BMW Group para llegar al objetivo deseado: los vehículos 100% autónomos, que incluso es un trabajo que viene cocinando desde el año 2000, cuando la marca comenzó a investigar su visión de un automóvil que la gente pudiera manipular sin necesidad de manejarlo.
