Todo tiene un precio, y cuando tienes fondos virtualmente ilimitados, la capacidad de la gente de decir 'no' es lo único que te detiene en obtener cualquier cosa que quieras.
En este caso esas cosas son el Chiron que Bugatti ha utilizado como auto de exhibición en Ginebra y otras presentaciones públicas y el GT Vision, un concepto creado para el videojuego Gran Turismo que nunca verá la luz del día como auto de producción y que muchos gamers sueñan con poder tener algún día.
El comprador de ambos de estos autos es el Príncipe Badr bin Saud de Arabia Saudita quien se pudo llevar a casa ambos autos después de "hace la oferta más convincente" como dice Bugatti. Así se ha convertido en el dueño del primer Chiron, ya que las entregas no empiezan sino hasta otoño de este año.
En alguna ocasión el mismo príncipe llegó a ofrecer 10 millones de dólares por un Ferrari one-off, del cual quería hacer otros cinco para su propiedad. La oferta fue rechazada, pero con esto nos podemos dar una idea del dinero que ofreció por los autos que para convencer a Bugatti seguramente no ha sido poco.
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