Subaru Forester, prueba (parte 1)

Subaru Forester, prueba (parte 1)
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¿Tú todavía no? ¿No eres de los que han pensado en cambiar ese tradicional (por no decir aburrido) sedán familiar por un CUV? No por nada el segmento de los "Cross Utility Vehicle" compactos sigue creciendo dentro de un mercado automotriz mexicano contraído. Y es que cuando compruebas las ventajas de tener una camioneta que se maneja prácticamente como si fuera un auto, pero con más espacio y con las ventajas de tener una mayor altura con respecto al suelo, difícilmente quieres otra cosa.

Y si hay un crossover capaz de convencer al más escéptico amante de los automóviles, ese puede ser el Subaru Forester, modelo que tuvimos a prueba para comprobar su utilidad, versatilidad y también esa deportividad que caracteriza a todos los vehículos de esta marca japonesa que se distingue por sus tecnologías como la tracción integral ("Symmetrical All Whell Drive") y sus motores bóxer, cuya configuración de cilindros opuestos se traducen en un centro de gravedad más bajo y con ello en mejores prestaciones dinámicas.

Subaru es una marca capaz de hacernos replantear nuestros gustos y costumbres con respecto a los automóviles al ser diferente, única. Es cierto que no es una marca premium, pero tampoco se le puede ubicar como una marca más de volumen; lo dicho, tiene su lugar especial, su nicho, en el mercado automotriz. Hace apenas un par de meses estábamos probando en Motorpasión México el radical WRX STI, un auto que fija nuevos estándares en cuanto a deportivos se refiere, y ahora nos pasa algo similar con este crossover Forester, cuya versión 2.5 XSL tiene todo lo que se le puede pedir a un vehículo ya sea personal, citadino, familiar o recreativo.

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Esta variante XSL porta un motor de 4 cilindros opuestos (Bóxer), 2.5 litros de 172 caballos de potencia a 5,800 revoluciones por minuto y un par motor 235 Nm a 4,100 giros. Es un motor solvente que en conjunto con la caja CVT "Lineartronic" lo mismo le brinda soltura que suavidad de marcha al Forester con su tracción integral AWD, un sello de la marca. Su precio es de 415,149 pesos.

Estéticamente resulta agradable con los rines de 18 pulgadas montados en llantas 225–55R18, si bien no es demasiado llamativa. Su línea guarda más rasgos de los cada vez más olvidados SUV que de los CUV que ahora predominan en su segmento y entre los que casi hay un aire genérico. Esa independencia estilística es parte del ADN Subaru, una firma cuyos modelos raramente se parecen a otra cosa, algo que se debe agradecer. La misma sobriedad encontramos en el interior, donde no hay excesos de diseño, pero sí buenos materiales, un equipamiento completo, funcionalidad y ergonomía.

Nuestra unidad de prueba contaba con una completa lista de amenidades, desde volante y asientos forrados en piel, hasta techo panorámico de accionamiento eléctrico, cámara de reversa, sistema de infoentretenimiento con bluetooth, asientos delanteros con calefacción, computadora de viaje, aire acondicionado automático de doble zona y botón de encendido y apagado, entre otras.

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Pero al subirte al Forester lo primero que te llama la atención es el espacio interior, al ser bastante generoso, tanto en las plazas delanteras como en las traseras y en el maletero, esto permite que sea un vehículo ideal para viajar con amigos o en familia, porque además la seguridad pasiva que ofrece es considerable, con bolsas de aire frontales, laterales, tipo cortina y para las rodillas, amén de los sistemas electrónicos activos.

Agradable como es exterior e interiormente el Subaru Forester, es justo decir que lo mejor viene cuando se pone en marcha, donde sale a relucir su buen manejo en cualquier circunstancia. Nosotros nos paseamos unos buenos días en ciudad y también salimos a carretera a hacer un recorrido de carácter más lúdico y su desempeño es muy satisfactorio, de lo que les platicaremos un poco más adelante.

Continuará...

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