CUPRA Ateca 2.0 TSI 190 hp, a prueba: un SUV que, aun con sus años, gusta por ágil y equilibrado

CUPRA Ateca 2.0 TSI 190 hp, a prueba: un SUV que, aun con sus años, gusta por ágil y equilibrado
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No sé cuántas veces he dicho que, llegado a un punto, es difícil percibir la diferencia de potencia entre un motor y otro, sobre todo cuando sólo te mueves en ciudad. CUPRA me dejó un Ateca a prueba, y aunque al principio imaginaba que se trataba del de 300 hp, fue hasta que revisé la ficha técnica —y me lo llevé a carretera— cuando descubrí que no. Ahí su gracia. ¿Puede un buen chasís solapar esa diferencia de más de 100 hp?

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Manejé este CUPRA Ateca por más de 1,500 km, casi todos en carretera. He llegado a conocerlo a profundidad, aunque en realidad para mí ya era un viejo conocido. Lo he probado en sus distintas facetas en México, pero es la primera vez que me pongo al mando de una versión con motor de 190 hp, en concreto, un 2.0 TSI.

No, este motor no está disponible en México, al menos no para Ateca. En la gama de Formentor y de León sí se había ofrecido —y tarde o temprano volverá, supongo—. Tras haberlo probado, no llego a entender completamente por qué CUPRA jamás se animó a traerlo en Ateca, y mira cómo hablo en pasado, porque Ateca está viviendo el final de sus días ante la llegada del Terramar.

Por fuera no es muy diferente al resto de los Ateca. De hecho, pocas cosas, como el número de salidas de escape, delatan que no estamos ante una versión VZ —que es como CUPRA denomina a sus topes de gama—, sino ante una más humilde que, en realidad, de humilde tiene poco.

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Los primeros kilómetros con el Ateca los hice en ciudad. Entre la buena respuesta de la caja DSG de 7 cambios y… la necesidad de ir a velocidades urbanas —aunque con poco tráfico— me hicieron pensar que, efectivamente, estaba ante un Ateca de 300 hp. La respuesta es ágil, con un turbolag bien controlado —es más notorio en los 1.4 y 1.5 turbo que en los 2.0 de Grupo Volkswagen— y, una vez más, volveré a decirlo: en el día a día no notarás la diferencia entre un Ateca de 300 hp y uno de 190 hp. O bueno, quizá sí, en el consumo.

En ciudad, con este CUPRA Ateca de 190 hp, promedié alrededor de 12 km/l, que no está mal teniendo en cuenta que además es de tracción integral. En carretera, tras el acumulado de más de 1,000 km, el consumo quedó en torno a 15.5 km/l, sin sacrificar del todo sensaciones.

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Lo dije con Terramar, pero lo sabía desde que probé Ateca y Formentor: la gracia de los CUPRA está parcialmente en su potencia, pero la mayoría de su encanto recae en el chasís. Si un Ateca de 190 hp te hace envidiar poco al de 300 hp es, por un lado, porque existen límites de velocidad en las vías públicas; por el otro, porque el chasís está deliciosamente preparado para que un SUV de corte familiar pueda sentirse ágil, responsivo, preciso y con modales dignos de un hot-hatch.

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No es que Ateca sea tan ágil como León en curvas, porque el peso y la altura pasan su factura, pero definitivamente se apoya mucho mejor que la media de los SUV compactos. A su favor juega, además, que hay pocos competidores que se hayan atrevido a lanzar una configuración tan deportiva. La mayoría se quedan en la apariencia, con rines grandes y equipo aerodinámico; Ateca lo lleva a una dirección precisa, a una suspensión firme con amortiguacíon variable, que incluso en modo Comfort tiene su puntito de dureza, pero en modo Sport no llega a ser incómoda.

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¿Es el CUPRA Ateca el SUV perfecto? No. Y se debe, en buena medida, al paso de los años. A lado de Terramar o Formentor, el diseño de Ateca empieza a envejecer, sobre todo al interior. El diseño de los botones y de los controles pertenecen a la era anterior de la marca. Los acabados son buenos, los asientos son chulísimos y el equipamiento está en un buen nivel, pero la cabina deja claro que, como dirían aquí en España, donde lo probé, al Ateca “le quedan dos telediarios”.

Creo que en términos dinámicos sigue muy vigente. Fue hasta que probé Terramar que noté una mejora en la fórmula, sin que la de Ateca me pareciese mala. Podría haberse seguido vendiendo con otro retoque y una transformación de interior, pero CUPRA optó por un modelo nuevo, sobre una plataforma evolucionada y que próximamente veremos en México. A ver si con el Terramar se animan a diversificar motores, porque este bloque de 190 hp me hace mucho sentido para México… más potencia siempre es mejor, claro, pero la diversión no comienza a partir de los 300 hp. Ya en pista es otra historia… y otro tipo de vehículos. En el día a día, con un equilibrio entre practicidad, buen chasís y la potencia necesaria para no sentirse lento, un Ateca de 190 hp es el equilibrio entre lo que quieres y lo que necesitas.

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