Chevrolet Spark 2019, a prueba: ¿es un urbano que vale la pena considerar? (+ video)
El Chevrolet Spark fue, por muchos años, un avistamiento muy común en las calles de México; era de los autos más baratos del momento. Hoy ese mismo modelo se llama Beat. La nueva generación del Spark se volvió más costosa, aunque también se transformó en un auto de mayor calidad, más potencia y mejor equipamiento. ¿Vale la pena? Lo hemos puesto a prueba.
Un urbano de calidad mundial
La cuarta generación del Chevrolet Spark dejó de lado todos sus complejos de bajo costo, para centrarse en una propuesta de calidad que cumpliera con las expectativas de mercados exigentes. Este modelo no está a la venta en Sudamérica ni en la mayoría de los países asiáticos, sólo en Canadá, Estados Unidos, México, Indonesia y Corea del Sur. En Europa también estuvo presente hace algunos años como Opel Karl.
Su diseño fue actualizado para el modelo 2019, principalmente en la parte delantera para encajar con el estilo de los últimos lanzamientos de Chevrolet en Norteamérica. Fuera del retoque estético, seguimos ante el mismo urbano de 3.59 metros que ha estado entre nosotros desde 2016.
Una cabina sencilla y bien conectada
Dicho lo anterior, hablemos de qué va el Chevrolet Spark 2019 en México. El principal salto en calidad lo dio en la cabina. Como en cualquier otro auto urbano, hay plásticos rígidos por doquier, sin embargo, Chevrolet le dio textura a prácticamente todas las piezas del tablero para conseguir una buena impresión de calidad. Rompe con la sensación de coche económico.
En general me parece un vehículo bien terminado, aunque me pareció muy extraño que no contara con volante ajustable en altura o profundidad, aun tratándose del tope de gama —que no es barato.
Esta versión, llamada Premier, brilla por el nivel de conectividad. Lleva infotenimiento con pantalla de 7", puerto USB-C y es compatible con Android Auto y Apple CarPlay. También cuenta con sistema OnStar, único en su categoría y de gran utilidad. Si pagas la suscripción, una persona puede guiarte en navegación paso a paso. En caso de accidente, alguien te llama automáticamente para asegurarse que estés bien, y si no respondes, te mandan una ambulancia. También pueden rastrear tu auto en caso de robo y bloquearlo para que no puedan volver a moverlo. Además incluye un hotspot WiFi para que tus pasajeros puedan conectarse a internet desde sus teléfonos.
En lo demás, el equipamiento es bastante ordinario. Incluye vidrios, espejos y seguros eléctricos, computadora de viaje, controles de audio al volante, aire acondicionado, alarma antirrobo y rines de aluminio de 15". Debo confesar que por los $254,200 que cuesta esta versión, quizá me hicieron falta elementos de confort, como llave inteligente, climatizador automático, control de velocidad crucero o quizá encendido automático de luces.
El valor está en el Spark LT, no en el Premier
A mi gusto, el Chevrolet Spark que mejor concentra la relación valor/precio es el básico, llamado LT. La razón es sencilla: la seguridad. Por $193,600 ya cuenta con cuatro bolsas de aire y una estructura creada para cumplir con estándares globales de seguridad. Con transmisión CVT, esta misma versión suma control electrónico de estabilidad y cuesta $219,400.
El Premier con transmisión manual cuesta $228,500 y puede valer la pena desde el punto de vista de la conectividad, pero por ese precio, le hace falta control electrónico de estabilidad. El Premier CVT, como el que probamos, sí suma control de estabilidad, pero sus casi $260,000 sugieren que otro par de bolsas de aire no hubiesen estado mal.
Al volante es un urbano bastante cómodo
Si alguna vez manejaste un Spark de los anteriores, de esos que ahora se llaman Beat, estarás de acuerdo conmigo que ni la agilidad ni el refinamiento eran calificativos válidos para describirlos. Todo cambia con esta cuarta generación. La calidad de marcha es bastante buena y, de hecho, la suspensión tiene una puesta a punto que incluso aporta algo de chispa al manejo. No se siente como un auto barato.
La dirección es ligera y de tacto artificial, muy buena para el día a día en la ciudad, con algo de juego en los primeros movimientos, pero con un tacto superior a lo que acostumbra el segmento urbano. Al ser un auto tan ligero, controlarlo es fácil. En maniobras de esquive mantiene la trayectoria, se mueve exactamente hacia donde queremos y lo hace, a veces, sin necesidad de que intervengan las asistencias.
Su fuente de poder también lo coloca un pequeño escalón por encima de los demás urbanos. Lleva un motor de 1.4 litros de 98 hp y 89 lb-pie, que lo vuelven ligeramente más ágil que la media del segmento sin repercutir del todo en el consumo. Mi configuración favorita es la de transmisión manual, pero tratándose de Spark, mi selección es la CVT.
¿Te quedas con la caja CVT? Sí, porque los manuales no pueden llevar control electrónico de estabilidad. Esta transmisión tiene la típica sensación de una CVT, pero no perdamos la cabeza todavía: el Spark no nació para ser un Camaro. Si debían ponerle transmisión automática, prefiero una continuamente variable antes que una obsoleta caja de cuatro cambios. Para términos de ahorro y comportamiento en ciudad, esta CVT cumple.
Quizá me hubiera gustado que la transmisión fuese capaz de sostener más los cambios, y es que tan pronto separas el pie del acelerador, cae en revoluciones, dejando una cantidad de par apenas suficiente para mantener el ritmo —y mejorar el consumo, claro. En ciudad promediamos 12.8 km/l, que no es brillante, cierto, pero con transmisión manual sería más fácil obtener un mejor rendimiento.
Otro punto que no me terminó de convencer al 100% fueron los frenos, no porque les faltara fuerza, sino porque el tacto del pedal es un tanto extraño; hay que hundir el pie más de lo acostumbrado, porque los primeros centímetros de recorrido no parecen detenernos demasiado. Cuestión de acostumbrarse.
Un urbano altamente recomendable
Si tan sólo Chevrolet hubiese puesto bolsas de aire tipo cortina al Spark Premier, quizá me hubiese sido más fácil entender su precio, aunque aún le faltaría algo de equipamiento de confort. Esta versión vale la pena, quizá, sólo por su nivel de conectividad.
La versión más recomendable me parece la LT CVT, y es que por $219,400 me atrevería a decir que es el urbano más recomendable del momento: tienes control de estabilidad, cuatro airbags, buena estructura, suficiente equipamiento y caja automática. Quizá el Figo pueda hacerle algo de sombra, pero del hatchback no hay automático. Sólo estos dos urbanos llevan ESC actualmente en México.
El rival directo de Chevrolet Spark en nuestro país es Suzuki Ignis. En versiones base, el Spark lo supera con facilidad, porque están casi igual de equipados, pero Chevrolet lleva la delantera en seguridad. En topes de gama, Spark sigue un paso adelante en seguridad, pero Ignis puede volverse tentador por su nivel de equipo de confort. Opciones hay; al cliente lo que pida.
7.5
A favor
- Todos los Spark CVT llevan control electrónico de estabilidad.
- Los cuatro airbags son de serie.
- Al volante no se siente como un auto barato.
- El sistema OnStar es muy útil.
En contra
- La columna de la dirección no tiene ajuste de altura ni profundidad.
- La versión Premier podría ofrecer más equipamiento.
- Hay poco espacio en la cajuela.
Chevrolet Spark Premier CVT
$254,200
- Motor: 4 cilindros de 1.4 litros
- Potencia máxima: 98 hp @ 6,200 rpm
- Par máximo: 89 lb-pie @ 4,800 rpm
- Transmisión: Automática CVT
- Tracción: Delantera
- Frenos: Disco / Tambor
- Peso: 1,027 kg
- Velocidad máxima: N.D.
- Aceleración de 0 a 100 km/h: 15.8 s
- Suspensión delantera: Independiente tipo McPherson
- Suspensión trasera: Barra de torsión
- Longitud: 3,595 mm
- Cajuela: 187 litros
- Consumo en ciudad: 12.8 km/l
- Consumo en carretera: N.D.
- Consumo combinado: 21.7 km/l
- Emisiones de CO2: N.D.
- Capacidad del tanque: 32 litros
Precios del Chevrolet Spark 2019 en México
- LT TM - $193,600
- LT CVT - $219,400
- Premier TM - $228,500
- Premier CVT - $254,200
- Activ TM - $237,400
