Después de un par de intentos fallidos y una tercera ocasión exitosa para convertirse en el auto de producción más veloz del mundo, alcanzando una velocidad máxima de 460,4 km/h. El SSC Tuatara ha puesto la mira en un objetivo que definitivamente no es para todos. Jarod Shelby fundador de SSC North America ha decidido conquistar nada más y nada menos que el “infierno verde” de Nürburgring.
De acuerdo con el sitio Muscle Cars & Trucks, Jarod Shelby está muy consiente de lo compleja que puede tornarse una prueba de velocidad en uno de los trazados más demandantes en la historia del automovilismo. Algo que es muy claro en todo esto, es que resulta muy diferente imponer una marca de velocidad en linea recta y otra hacerlo en un autentico infierno con más de 20 km de longitud donde no precisamente abundan los tramos rectos.
Hoy en día se ha vuelto prácticamente una tendencia que las armadoras lleven sus más recientes lanzamientos de prestaciones deportivas a probarse contra el cronometro y tratar de imponer record. Recordemos que en los últimos años hemos sido testigos de tiempos de vuelta impresionantes como el actual conseguido por Mercedes-Benz con el AMG GT Black Series que destrozó el cronometro con un tiempo de 6:43.616, dejando atrás la marca de 6:44.970 obtenida por el Lamborghini Aventador SVJ.
Definitivamente nos encantaría ver al SSC Tuatara intentarlo y lograr su objetivo, eso pondría en apuros a varías marcas que seguramente no se quedarían con los brazos cruzados.
