A SEAT no le gustan los BYD Seal, Sealion 7 y Seal U, entre otros, o mejor dicho, no le gustan los nombres que usan, pues la marca española considera que son demasiado parecidos a los nombres SEAT y SEAT León.
De acuerdo con los registros de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea, SEAT impugnó el registro de las marcas BYD Sealion, BYD Seal, BYD Seal S y BYD Seal U. Este tipo de acciones es habitual y no suele tener trascendencia alguna, aunque en este caso se trata de SEAT y de BYD.

En agosto pasado, la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea remitió a la firma china los argumentos de SEAT S.A. y ahora tiene hasta mediados de octubre próximo para responder con su defensa. Mientras tanto, lógicamente, BYD puede seguir utilizando los nombres comerciales en disputa.
Para la firma de Martorell, las palabras Seal (foca, en inglés) y Sealion (Sea Lion, o león marino, en inglés) son demasiado parecidas a las palabras SEAT y SEAT León, especialmente al escrito y esto podría confundir al cliente potencial.

Todo esto puede parecer una nimiedad y una medida desproporcionada, sin embargo, las marcas no se pueden permitir dejar cabos sueltos por muy pequeños que nos parezcan, aunque a muchos nos parezca evidente que un Seal no tiene nada que ver con un SEAT. Recordemos que, cada año, cerca de 30,000 personas buscan en Google la marca “KN” en lugar de Kia, porque no han sabido interpretar el logotipo de la marca surcoreana.
El nombre de una marca, o de un producto, es la base de su identidad. Ya se sabe, sólo el nombre permanece en la memoria de los consumidores. Encarna la organización, el producto o el servicio al que hace referencia. Asociado al diseño gráfico de la marca, transmite sus valores, su filosofía y su misión. De ahí que los fabricantes busquen protegerlos y se opongan al uso de nombre o logotipos similares por otras marcas.

Y en ocasiones, algo que empieza como una simple formalidad, puede terminar en un largo y costoso litigio. Por ejemplo, Polestar no pudo vender sus coches en Francia hasta junio de 2025, porque desde 2020 Citroën se oponía al uso del logotipo de la marca, una estrella polar estilizada, al considerar que era muy similar al logotipo de la marca DS y a los chevrones de Citroën.
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