El caso de Carlos Ghosn en Nissan no deja de dar de que hablar y ciertamente la historia tiene todos los elementos necesarios para convertirse en una miniserie de Netflix o de HBO. Ahora hay nuevos documentos que podrían probar la existencia de un complot contra Carlos Ghosn.
De acuerdo con información dada a conocer por Bloomberg, a través de la correspondencia interna de Nissan los altos ejecutivos Hari Nada, Hitoshi Kawaguchi y Hiroto Saikawa podrían haber orquestado un complot para quitar del poder a Carlos Ghosn tras hacer una promesa en 2018 de fortalecer los lazos en la alianza entre Nissan y Renault.
Recordemos que, en 2018, Carlos Ghosn fue arrestado luego de descender de su avión privado en Haneda, Tokio, por presuntos negocios ilícitos y compensaciones excesivas, sin embargo, los nuevos documentos filtrados de comunicación interna de Nissan podrían probar que Saikawa podría haber lanzado un memo justo un día antes, pidiendo la terminación del acuerdo que rige la alianza y la restauración del derecho de Nissan a comprar acciones en Renault o a hacerse cargo de esta.
En esos mismos documentos se muestra que, antes del arresto, Nada también buscó ampliar las acusaciones contra Ghosn diciendo a Saikawa que el fabricante de automóviles debía presionar a Carlos también por cargos de violación de confianza, creyendo que así sería más difícil para el acusado explicar los cargos iniciales de no informar al público sobre la compensación.
A través del memo enviado por comunicación interna se puede leer “Apoyado por una campaña mediática para asegurar la destrucción de la reputación de CG (Carlos Ghosn) lo suficientemente fuerte” en un texto escrito por Nada, aunque a Saikawa ya se le ha interrogado sobre este caso y niega la existencia de un complot, argumentando que “no hubo ningún esfuerzo para eliminar la influencia de Renault” al eliminar a Ghosn.
Como se recordará, derivado de todo este escándalo, Saikawa renunció el año pasado, después una investigación de Nissan en la que se descubrió que tanto él como Nada y otros ejecutivos recibieron también una compensación excesiva, al tiempo que Ghosn huía a Líbano para evitar enfrentar a la justicia japonesa.
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