Desde que debutó el concepto Iconic SP, en el Japan Mobility Show de 2023, los entusiastas de Mazda han estado esperando el día en que el prototipo se convierta en un coche de producción en serie. El cupé generó especulaciones inmediatas sobre un sucesor espiritual del RX-7, y los altos ejecutivos de Mazda han estado ansiosos por mantener viva esa esperanza. Sin embargo, el camino del concepto a la realidad podría no ser tan sencillo como les gustaría a los fanáticos.
A finales de 2024, el jefe de diseño de Mazda, Masashi Nakayama, dijo que el Iconic SP fue “diseñado con la intención real de convertirlo en un modelo de producción”, un objetivo que compartió el director ejecutivo Masahiro Moro: “seguimos insistiendo en que suceda”. El director técnico, Ryuichi Umeshita, lo llamó más tarde “un buen sucesor para el RX7”, aunque admitió que el proyecto aún necesita un caso de negocio sólido.
En una entrevista para Autocar, Umeshita señaló: “permítanme responder personalmente: ese es el coche de mis sueños. Quiero hacerlo realidad. Tecnológicamente, creo que es posible. El único problema pendiente es el financiero”.
A principios de este año, Mazda recortó su presupuesto previsto para la electrificación en 3,300 millones de dólares. La compañía está siguiendo una estrategia de “solución simple”, que combina vehículos eléctricos de batería, así como híbridos y motores de combustión, en lugar de apostar todo a la electricidad.
Entre el desarrollo de una plataforma específica para vehículos eléctricos, una nueva configuración híbrida y el próximo motor SkyActiv-Z, los recursos de Mazda ya están muy limitados. En ese sentido, un deportivo a medida podría no estar entre las prioridades de gasto.
En todo caso, confirma que la empresa sigue invirtiendo en la tecnología que definió algunos de sus coches más célebres, ya que este auto concepto está impulsado por una unidad híbrida, con un motor rotativo turbo.
Umeshita subrayó esa continuidad: “hemos restablecido el equipo de desarrollo del motor rotativo y sabemos que nuestro ADN está en los coches deportivos, así que nunca diría que lo hemos abandonado”. Mientras los equipos de diseño e ingeniería de Mazda trabajan para revivir el legado rotativo, el futuro de la marca en los autos deportivos se ve más brillante que en años.
Junto con el posible sucesor del RX, Mazda confirmó que el roadster MX-5 de próxima generación llegará a finales de esta década. El próximo Miata se mantendrá fiel a su espíritu ligero, equipado con un motor SkyActiv Z de mayor cilindrada y, afortunadamente, una transmisión manual.
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