Sin duda, uno de uno de los episodios más terribles en la vida de una persona es que le roben tu automóvil. A pesar de los sistemas de seguridad que puedan equipar los coches modernos, los amantes de lo ajeno siempre se las arreglarán para poder realizar su cometido, pero hoy utilizan la tecnología a su favor para llegar más lejos.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana de Ciudad de México, a través de su Unidad de Policía Cibernética, detectó esta nueva modalidad de fraude, la cual se basa en la manipulación emocional de quienes acaban de perder su auto por robo, bajo un esquema sencillo, pero muy efectivo.

El fraude inicia cuando alguien publica en redes sociales que fue víctima de un atraco y comparte el modelo, color, placas y número de contacto, esperando ayuda; posteriormente, un estafador ve esa información y empieza el montaje.
Aprovechando datos públicos, los delincuentes fabrican un escenario convincente y usan mensajes redactados por IA, correos con logotipos oficiales, llamadas con voces sintéticas, que suenan a funcionarios de aseguradoras o policías. Simulan haber localizado el vehículo, dan detalles que coinciden con los publicados por la víctima y solicitan una cantidad de dinero como recompensa o para cubrir gastos de recuperación. Todo parece legítimo. Pero el auto sigue desaparecido.

Lo que vuelve más peligrosa la estafa es el uso de herramientas tecnológicas, que rompen barreras de desconfianza. La víctima escucha una voz profesional, ve un correo bien diseñado e incluso recibe imágenes alteradas, que imitan las características del vehículo robado. Esa combinación de urgencia, emoción y aparente legitimidad lleva a muchos a transferir dinero sin detenerse a verificar la fuente.
Ante ello, la SSC pidió evitar publicar datos sensibles tras un robo, como números personales o ubicaciones exactas. También insistió en la necesidad de desconfiar de cualquier contacto que no provenga de canales oficiales. Toda información sobre el paradero del vehículo debe ser confirmada directamente con autoridades o la aseguradora y bajo ninguna circunstancia se deben realizar pagos sin una verificación exhaustiva.

Más allá de la estafa como tal, esta modalidad da muestra de cómo la tecnología también puede ser usada para dañar. La inteligencia artificial ya no es una herramienta exclusiva de los científicos o desarrolladores, pues está al alcance de los delincuentes. Por eso es importante actuar con cautela, especialmente cuando se enfrenta a situaciones emocionalmente vulnerables, como la pérdida de un auto.
Para quienes hayan sido contactados por posibles estafadores pueden reportarlo a la Policía Cibernética, a través del correo policia.cibernetica@ssc.cdmx.gob.mx y también al número de atención telefónica 55 5242 5100, extensión 5086. La línea está activa todos los días del año.
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