Toyota Supra, a prueba: un nostálgico coupé adicto a los track days (+ video)
Corría el año 2014. En el Auto Show de Detroit de aquellos días, un prototipo muy especial se apoderaba del stand de Toyota, uno show car que insinuaba la llegada de un deportivo sexy en tiempos donde Toyota brillaba por todo, menos por coches sexis. El Supra se asomaba.
Pasaron varios años, cinco para ser exactos, pero ese prototipo finalmente se materializó en el auto que tienes frente a ti: un coupé que sigue la misma receta del concepto que anunciaba su regreso y que hoy se pasea frente a nosotros con la candente silueta de un biplaza de frente largo, techo bajo y trasera corta. El Toyota Supra es un coupé de diccionario.
Inicialmente llegan sólo 80 unidades del Supra a México, directamente desde Austria. En 2020 habrá más.
Hablar de Supra es hablar de tradición. Su "carrera artística" comenzó en 1978, cuando aquella primera generación se abrió paso entre los deportivos de la época. Durante más de 20 años siguió coleccionando fanáticos, hasta que su historia puso pausa en 2002. Hoy vuelve a las andadas de la mano de BMW.
Los más puristas pegaron el grito en el cielo cuando se enteraron que su deportivo de culto tendría genética alemana... y no es que fuera malo, sólo "rompía la tradición". El lado de la historia que no te cuentan es que si hoy el Supra existe es gracias al BMW Z4... y si el Z4 puede mantenerse en el mercado es gracias al Supra. Esta simbiosis permite que ambos biplazas sean rentables en tiempos donde toda la atención se vuelca hacia SUV y vehículos electrificados.
Pero basta de palabrería. Vamos a manejar.
La precisión alemana al puro estilo japonés
Si quieres verlo así, el Supra es un BMW japonés, pero describirlo de ese modo elimina todos los matices que lo vuelven interesante. Los componentes mecánicos de Supra provienen de la firma alemana, pero ojo, porque es lo único; la puesta a punto, la programación y toda la electrónica viene de manos de Toyota.
El responsable de mover al Toyota Supra de 0 a 100 km/h en 4.1 segundos es un motor turbo de 3.0 litros y seis cilindros en línea, capaz de generar 335 hp y 365 lb-pie. Este propulsor brilla por su elasticidad; todo el par está disponible a partir de 1,600 rpm y se mantiene hasta 4,500 rpm, prácticamente sin retraso en la entrada del turbocargador. El corte de inyección llega poco antes de las 7,000 rpm.
El departamento más divertido de Toyota fue el responsable de poner a punto al Supra en los circuitos más demandantes del mundo, como Nürburgring. Gazoo Racing aplicó todo el know-how de su participación en distintas categorías del deporte motor para que Supra se mueva como se mueve.
El brillante esquema de suspensión —cortesía de BMW— y el reparto de pesos perfecto entre ambos ejes se refleja en su destreza a la hora de trazar curvas. Supra se mueve como pez en el agua entre las "S" de los circuitos, por más cerradas que sean. El control electrónico de estabilidad deja que la trasera insinúe algo del sobreviraje, pero jamás la dejará perderse; con todas las asistencias encendidas es un auto que los inexpertos podrán disfrutar sin miedo.
Al apagar las asistencias, Supra muestra su lado más fiero y juguetón. La trasera se desliza con gracia y bastan un par de movimientos de volante para regresarla a su sitio. El diferencial activo del eje trasero, además, dosifica la potencia para asegurar un buen nivel de tracción en todo momento. ¿Driftea? Driftea. Como buen japonés. No es coincidencia que Supra sea parte del elenco automotriz de la siguiente entrega de Rápidos y Furiosos.
La dirección me parece uno de los grandes aciertos de este auto. El hardware proviene de BMW, pero la programación de la asistencia eléctrica es todo obra de Toyota. El volante encuentra su punto exacto de firmeza sin llegar a sentirse pesado y retroalimenta todo lo necesario para saber qué está sucediendo con las llantas delanteras.
Gracias al sistema de amortiguación variable, Supra oscila entre dos modos de manejo: Normal y Sport. La firmeza de la suspensión, el tacto de la dirección y la respuesta del propulsor varían para adecuarlo a las necesidades del camino: no querrás un auto tan duro ni fiero en el tráfico, ni tan suave en carreteras o pista.
El resultado de la fusión entre un carácter japonés y la precisión alemana es sumamente grato, pero al Supra todavía le queda un margen de mejora: la transmisión. Ojo, no es que sea mala, de hecho su programación es correcta y muy bien entendida con las intenciones del conductor; a ratos parece que conoce el trazado de la pista. Sus dos "peros" son que a veces hay que meter de más el pie en el acelerador para que entienda que queremos un cambio descendente —aunque eso se resuelve desde las paletas al volante— y que no es tan rápida como la PDK de un Porsche 718 o la S-Tronic de un Audi TT RS. Y ojo, aunque sea Toyota, estos deportivos de abolengo están en el mismo espectro de Supra.
Una cabina de botonería alemana y estilo japonés
El interior del Toyota Supra es una sorpresa por dos motivos: la elevada calidad en los acabados y la cantidad de elementos heredados de BMW. Los botones de las puertas y de la consola central, la interfaz del sistema de infotenimiento, el volante, los gráficos del cuadro de instrumentos y hasta las manijas son compartidas con el Z4. Y eso no está mal.
Ambos modelos se fabrican en Austria, pero no son iguales. Mientras Z4 apuesta más por el refinamiento, Supra se queda una cabina de sabor mucho más deportivo, al puro estilo racing japonés —tanto como sea posible. La calidad es buena, con piezas acolchadas (casi) por doquier y tapicería bitono —aunque se pude configurar sólo en negro.
Me gusta cómo se refleja el carácter deportivo en los asientos tipo cubo forrados en cuero y Alcántara, en los pedales de aluminio y en el revestimiento de fibra de carbono —que no es auténtica, pero da muy buena pinta— en la consola central. El diseño del tablero encaja con la filosofía japonesa y, en definitiva, es un habitáculo que no se toma a la ligera la palabra deportivo.
El Toyota Supra está disponible en México con un solo nivel de equipamiento, entre el que se incluye llave inteligente, cuadro de instrumentos digital, infotenimiento con pantalla de 8.8", sistema de sonido JBL de 12 bocinas, head-up display, faros de LED, rines de aluminio bitono de 19", freno de estacionamiento eléctrico, climatizador automático bizona y asientos eléctricos con calefacción.
Nos hubiera gustado un mayor nivel de asistencias de manejo, aunque entendemos que eso incrementaría el precio. Elementos como asistente de mantenimiento de carril, alerta de colisión frontal o monitor de punto ciego se echan de menos, sobre todo porque la visibilidad no es el fuerte de Supra. El capricho de su diseño pasa la factura a la hora de espejear.
Un coupé de culto
El Supra tiene un amplio círculo de fanáticos que hoy no dejan de dar las gracias a Toyota por haberlo traído de vuelta tras 17 años de ausencia. Es ágil, preciso, muy divertido y balancea correctamente la mano alemana con la tutela japonesa.
Con un precio de 1,149,900 pesos, el Supra no es barato. Llega el momento de definir prioridades. Por un precio ligeramente superior, modelos como Porsche 718 Cayman, BMW M2 o Audi TT RS ofrecen un comportamiento más rabioso y una puesta a punto mucho más orientada a circuitos... pero, aun a lado de emblemas premium, Supra mantiene ese sabor a exclusividad. La etiqueta a pagar lleva escrito que a su dueño no sólo le gustan los deportivos, sino el linaje de Supra.
8.6
A favor
- Es tan divertido como preciso.
- Los acabados son muy buenos: un Toyota con sabor a Lexus (¿o BMW?)
- Las proporciones de su carrocería: un coupé de diccionario.
En contra
- La transmisión no es tan rápida como una de doble embrague.
- Hay margen de mejora en la visibilidad.
- Tiene Apple CarPlay, pero no Android Auto.
Toyota Supra 2020
$1,149,900
- Motor: 6 cilindros en línea turbo de 3.0 litros
- Potencia máxima: 335 hp @ 5,000 rpm
- Par máximo: 365 lb-pie @ 1,600 rpm
- Transmisión: Automática de 8 velocidades
- Tracción: Trasera
- Frenos: Disco / Disco
- Peso: 1,570 kg
- Velocidad máxima: 250 km/h
- Aceleración de 0 a 100 km/h: 4.1 s
- Suspensión delantera: Independiente tipo McPherson
- Suspensión trasera: Independiente multibrazo
- Longitud: 4,379 mm
- Cajuela: 290 litros
- Consumo urbano': 10.2 km/l
- Consumo en carretera': 13.1 km/l
- Consumo combinado': 11 km/l
- Capacidad del tanque: 52 litros
- Fabricado en: Austria
' Cifras anunciadas por la EPA