Jetour Dashing, a prueba: un SUV sin miedo a llamar la atención

Jetour Dashing, a prueba: un SUV sin miedo a llamar la atención
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Hace un sonido estilo Windows XP cuando lo cierras. Miras las puertas por dentro y encuentras un indicador de calidad del aire. Le dices “open windows” y baja las ventanas. El Jetour Dashing está lleno de curiosidades. Es un SUV provocativo que no tiene miedo a romper el molde, pero su mayor reto no está en hacerte voltear. Eso sabe hacerlo. Su reto está en abrirse paso entre un sinfín de marcas nuevas. ¿De dónde sale Jetour y qué pretende el Dashing? Lo probamos.

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Jetour llega a México a través de un importador que ya ha trazado su camino en el mundo del transporte con Fotón. En vista de su éxito, Jetour le ofreció la posibilidad de comercializar su marca y, según nos explican, antes de abrir decenas de puntos de venta, la marca quiere echar raíces en servicio posventa y refacciones. No quieren ser víctimas de su éxito y por eso han sido cautelosos con su ritmo de crecimiento.

Hablemos ahora de producto. El Jetour Dashing es un SUV de 4.59 metros de largo que lo juega todo al estilo. Su extrovertido diseño viene del lápiz de Hakan Saracoglu, que antes de ponerse la playera de Jetour, trabajó como diseñador en Porsche. Aunque el Dashing no tenga nada que ver con los modelos de Stuttgart, las proporciones lucen llamativas. El frente impone, la parrilla combina detalles con el color de la carrocería, las manijas se esconden y la trasera lleva una detallada iluminación de LED, así como una silueta con ciertos aires de coupé. Para acabar pronto: no luce como un SUV promedio.

Algo similar sucede al interior. El Jetour no luce barato, y con una etiqueta de 699,900 pesos, tampoco lo es. El grado de refinamiento al interior es convincente, con materiales de diferentes texturas y tonos. Mucho sabor a SUV caro. Al centro, una pantalla de 15.6” es responsable de controlar prácticamente todas las funciones del auto.

Siempre me he pronunciado en contra de la eliminación de botones físicos para funciones básicas, como el A/C, pero el Dashing lo resuelve de forma inteligente. No dependes sólo de la pantalla. El aire acondicionado se puede regular fácilmente —y, lo más importante, sin desviar la vista del frente— desde uno de los joysticks del volante. Ahí mismo se integran controles del reproductor de música y de las asistencias avanzadas de manejo. También hay todo tipo de comandos de voz con el fin de mantener siempre las manos en el volante.

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El único aspecto en el que llego a notar cierta sencillez es en el cuadro de instrumentos. Es una pantalla de 8” y su diseño se integra con delicadeza en el tablero; es fácil de leer y hace su trabajo, pero a lado de la enorme pantalla de 15.6” y de la cuidada selección de materiales, sorprende encontrarse una pantalla monocromática.

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Fuera de eso, el Dashing apunta alto. Con una etiqueta en torno a 700,000 pesos y con modelos como Tucson o CX-5 en la mira, Jetour no puede darse el lujo de olvidar nada en el equipamiento. Y no lo hace. El sistema de sonido Sony de 8 bocinas está a la altura, la iluminación ambiental está bien trabajada —incluso tiene una animación tipo Alexa al encender la direccional— y hay todo tipo de asistencias avanzadas a la conducción: freno autónomo de emergencia, asistente de atasco de tráfico, advertencia para apertura de puertas, control crucero adaptativo, entre otros.

En lo que respecta a confort, marca con palomita todo lo esperado: hay una completa cámara de visión de 360º, freno de estacionamiento eléctrico, techo panorámico, espejo electrocrómico, refrigeración en la consola central, portón trasero eléctrico, ajuste eléctrico para asientos delanteros y sistema de purificación de aire integrado en el sistema de A/C.

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Al volante es suave y potente

Al verlo por fuera, el Jetour Dashing propone un estilo hasta cierto punto deportivo. Al volante es otra cosa. Lejos de perseguir un récord en pista, este SUV chino busca una conducción cómoda y suave. La suspensión es blanda y la dirección es ligera, lo que da como resultado trayectos cómodos para los pasajeros, aunque poco provocativos para el conductor. Siendo sinceros, en un SUV de este tipo, pocos conductores buscan emoción. La balanza se va por completo al confort.

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Lo que sí sorprende es la potencia. Sin llegar a números extremos, los 197 hp y 214 lb-pie del motor turbo de 1.6 litros se comportan a la altura. El Jetour Dashing rebasa sin problemas y acelera con facilidad, aunque también es verdad que en arranques hay un notorio retraso en la entrada del turbo. La ventaja en carretera es tener paletas de cambio en el volante, que permiten anticipar el cambio de marcha para agilizar la maniobra. Tiene una transmisión automática de doble embrague de siete cambios y el poder se envía al eje delantero.

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Un SUV de origen chino que no usa el precio como único argumento

La mayoría de los modelo provenientes de China juegan a su favor la carta del precio, que suele ser significativamente menor al de sus competidores. El Jetour Dashing no. Su precio de 699,900 pesos lo deja cerca de modelos como Mazda CX-5 Signature, Subaru Forester, Hyundai Tucson o KIA Sportage.

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La relación entre equipamiento, tecnología y precio del Dashing es interesante, pero sus verdaderos argumentos frente a la competencia no están ahí; están en un estilo que rompe el molde y en unos interiores con la rayita de refinamiento que no todos los SUV compactos alcanzan.

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