El reloj marcó el fin de la jornada laboral en la planta de Hyundai en Georgia, Estados Unidos, el jueves pasado, sin imaginar que el destino de cientos de trabajadores de este complejo industrial cambiaría en un abrir y cerrar de ojos.
Sin previo aviso, más de 500 agentes federales, estatales y locales los esperaban para detenerlos, lo que ha paralizado las labores en uno de los proyectos de inversión más importantes de la firma automotriz coreana en territorio estadounidense.

De acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), 475 personas fueron arrestadas, de las cuales 23 eran mexicanos, en lo que representa la mayor operación de cumplimiento en un sólo sitio en la historia de esa agencia. La redada ocurrió la noche del jueves 4 de septiembre.
“Nos informaron que de la última redada son 23 mexicanos que fueron detenidos en Georgia, en esta planta automotriz”, dijo la presidenta de México Claudia Sheinbaum en su conferencia de prensa diaria, citando información proporcionada por la oficina del cónsul general en Atlanta.

Además, detalló que 13 de ellos pidieron asistencia consular y 10 no lo hicieron. “Todos tienen derecho a pedirlo, depende de ellos solicitarlo”, aclaró Sheinbaum. La mandataria calificó las redadas como “injustas” y afirmó que ciudadanos mexicanos “están siendo detenidos por alguna razón, algunos incluso con permisos”.
La planta, una joint venture entre Hyundai Motor y LG Energy Solution, forma parte de una inversión de 4,300 millones de dólares y tenía previsto iniciar operaciones a finales de este año. La instalación tenía la misión de proveer celdas de batería para vehículos eléctricos de Hyundai, Kia y Genesis.

La operación encendió señales de alerta en Seúl. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Sur expresó "preocupación y pesar", haciendo un llamado a que las actividades económicas de empresas coreanas y los derechos de sus ciudadanos sean respetados en el proceso de aplicación de las leyes estadounidenses.
Según el oficial Steven Schrank, agente especial a cargo en Georgia, la investigación tomó varios meses y se centró en personas que ingresaron ilegalmente a Estados Unidos o que habían excedido el tiempo permitido por sus visas. Aclaró que “no fue una redada masiva dentro de las instalaciones”, sino parte de una investigación dirigida hacia una red de subcontratistas.

Un vocero de LG Energy Solution confirmó que las obras de construcción se han detenido temporalmente y que la empresa está cooperando con las autoridades.
Por su parte, Hyundai Motor aclaró que ninguno de los detenidos es empleado directo de la compañía, y que la producción de vehículos eléctricos en la planta principal no ha sido afectada. No obstante, la empresa reiteró que da prioridad a la seguridad de todas las personas que laboran en sus sitios y cumple con todas las leyes y regulaciones aplicables.

La mayoría de los detenidos están siendo trasladados al centro de detención de ICE en Folkston, Georgia. Según medios surcoreanos, cerca de 300 de los arrestados son ciudadanos surcoreanos.
Las acciones de ICE llevaron a una caída del 2.3% en las acciones de LG Energy Solution, aunque por el momento no hay indicios de una afectación directa al cronograma de producción de vehículos eléctricos en Estados Unidos.
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