Donald Trump continúa buscando convencer a los votantes con el discurso nacionalista de llevarse producción a Estados Unidos. Además de exponer a las marcas chinas, el candidato republicano dejó un mensaje para las marcas estadounidenses que fabrican autos en México: si gana, buscará freír en impuestos a sus modelos con sello de Hecho en México hasta que trasladen la producción a territorio estadounidense.
Durante un mitin en Pennsylvania, Trump dijo que su administración pondría grandes impuestos a "esos autos" —en alusión a los modelos fabricados en México—, del 100% al 200%, para que no sean competitivos, "así que más les vale quedarse en Michigan", subrayó.
Desde su campaña electoral anterior, en la que fue elegido presidente, Donald Trump hablaba de imponer aranceles para que las marcas de autos trasladaran su producción de México a Estados Unidos, sin embargo, él mismo firmó el actual tratado de libre comercio entre Canadá, Estados Unidos y México. Su promesa de imponer aranceles va en contra del acuerdo.
México es uno de los países mas importantes para la industria automotriz estadounidense. El 16% de los autos que se vendieron en EE. UU. el año pasado fueron fabricados en México, es decir, 2,554,551 unidades.
Si ganara las elecciones y decidiese imponer aranceles a los vehículos producidos en México, no sólo pondría en una posición incómoda a las firmas con sede en Detroit (Ford, General Motors y Stellantis), sino también a las demás que exportan hacia EE. UU., como Volkswagen, Toyota, Mazda, BMW, Audi, Nissan, Kia, Honda y Hyundai.
Las elecciones de Estados Unidos tendrán un fuerte impacto en la industria automotriz. El candidato republicano se ha pronunciado en contra de los autos eléctricos, aunque rebajó su discurso tras las donaciones de Elon Musk a su campaña. Musk, por su parte, pausó la decisión de construir una fábrica de Tesla en México hasta noviembre, momento en el que se sabrá si Trump vuelve al cargo.