Ford se encuentra en medio de una transformación, silenciosa pero profunda. La compañía no sólo ajustó radicalmente sus planes para vehículos eléctricos, sino que también dio un paso atrás en su búsqueda, durante décadas, de coches compactos asequibles para el mercado de volumen.
En cambio, Ford está redoblando su apuesta por lo que denomina "productos emocionales": vehículos como el Mustang y el Bronco, que evocan la nostalgia, la aventura y el rendimiento puro. Estos se suman a su línea principal de camionetas pick-up, diseñadas específicamente para este propósito. Si esto parece un cambio drástico, lo es y ahora, sabemos exactamente por qué sucedió.
En una entrevista reciente con el medio argentino La Nación, el director ejecutivo de Ford, Jim Farley, ofreció una visión sorprendentemente sincera del futuro de la compañía. Farley expresó su satisfacción por haber intentado competir con fabricantes japoneses y surcoreanos, con modelos como el Fiesta y el Focus, pero reconoció que seguir produciéndolos ya no tenía sentido financiero.
“Fue un momento espiritual para Ford convertirse en fabricante de línea completa, pero aprendí mucho, porque quizás fue un error. No fue un error intentarlo, pero nuestros costos no eran competitivos con los de Toyota y Hyundai/Kia, y al final, tuvimos que cambiar a Broncos y camionetas pickup”, señaló el directivo.
Farley añadió que el enfoque de Ford en Argentina reflejaba sus ambiciones en el mercado estadounidense. La visión común era una gama amplia, que incluyera vehículos económicos, como el Modelo T, pero los cálculos financieros no se sostuvieron.
“Teníamos la ambición de ofrecer una línea completa, como la empresa del Modelo T, para tener un producto muy democrático, pero también descubrimos que eso hacía que el negocio fuera casi imposible, porque no teníamos una ventaja en costos. Así que, al igual que en Argentina y Latinoamérica, en Estados Unidos tuvimos que reestructurar el negocio”, agregó Farley.
En los últimos años, Ford ha descontinuado varios de sus modelos principales, incluyendo el Escape, que acaba de salir del mercado de la Unión Americana, el Fusion, Taurus y Edge. Si bien esta reorientación ha resultado en una gama de productos más reducida y una notable caída en las ventas unitarias, también ha mejorado las cifras de ingresos.
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