México es más que sólo fábricas: el 70% de la ingeniería del Ford Bronco Sport se hizo por mexicanos
Solemos pensar que, salvo por proyectos específicos —como Figo en Brasil—, el desarrollo de nuevos modelos se lleva a cabo de manera exclusiva en el país de origen de la marca. Hoy Ford viene a nosotros para desmontar ese mito y enseñarnos cómo la ingeniería mexicana está muy presente en modelos globales: el 70% de Bronco Sport se desarrolló en México.
Platicamos con Adrián Aguirre, el mexicano a la cabeza del grupo de ingenieros que lideraron el proyecto de Bronco Sport, quien nos contó cómo fue que México se quedó a cargo del desarrollo de un modelo tan importante para la marca.
El centro de ingeniería de la marca existe desde hace varias décadas. Originalmente se enfocaba en la adaptación de modelos a las circunstancias específicas del mercado mexicano, pero a partir del 2000 se preguntaron cómo podían integrarse a los procesos globales de Ford. De ser alrededor de 150 ingenieros, hoy son cerca de 1,600 —más 400 de servicios de ingeniería adicionales.
Las tareas no se les asignaron de la noche a la mañana. El equipo de ingeniería global fue cediéndoles responsabilidades poco a poco, conforme el grupo mexicano demostraba su capacidad y se ganaba la confianza. El proyecto de Bronco Sport es la culminación de todo ese esfuerzo; es la primera vez que México se involucra tanto —incluso más que EE. UU.— en el desarrollo de un modelo.
Desde luego, no todo se creó aquí. Ford, al ser una marca global con presencia en tantas regiones, tiene componentes que se incluyen "por default", como la plataforma C2 desarrollada en Europa —y compartida con Escape y Focus—, los brazos de suspensión de origen alemán o toda la parte de diseño estético y mercadotecnia llevado a cabo en Estados Unidos.
Los ingenieros mexicanos lideraron equipos de trabajo conformados por ingenieros de distintas nacionalidades para adaptar la plataforma —que reduce distancia entre ejes y eleva posición de manejo— y poner a punto los sistemas todoterreno de Bronco Sport. La creación del cuerpo, de los interiores y del sistema eléctrico también fueron supervisados por el centro de ingeniería mexicano. No estuvieron a cargo del desarrollo del motor —porque ya existía— pero sí de su integración al sistema.
Ford tiene varios centros de ingeniería repartidos por el mundo, cada uno especializado en algún área en particular. Los brazos de suspensión y plataformas provienen de Alemania, mientras México es especialista en arneses e integración de módulos eléctricos para todos los modelos de Ford en el mundo, incluso aquellos que no se fabrican ni se venden aquí. El equipo mexicano también está a cargo del hard trim de interiores y black trim de exteriores.
Un claro ejemplo es el refresh del Transit Connect, que estuvo a cargo del equipo de México, pero se fabrica en España. Otro caso fue la renovación de Expendition y Navigator, aunque en esa ocasión fue un liderazgo a medias. El reto, según nos menciona Adrián, sería saber qué modelo de Ford no tuvo a ningún mexicano involucrado. Bronco Sport es un hito para este equipo por ser un desarrollo nuevo para un mercado internacional.
El centro de ingeniería de Ford en México es motivo de orgullo. Demuestra que México no sólo es un país manufacturero —como se tiene la creencia. Para que nuestros ingenieros se queden "la autoría" de un modelo —como Figo para Brasil o Focus para Alemania— no hace falta más talento; desde el silencio se están volviendo protagonistas en la creación de modelos globales, muy de la mano con el mercado estadounidense por cuestión de estrategia, pero dejando su sello en la electrónica y los acabados de modelos para el mundo entero.
